Aliméntate bien para combatir el cáncer

Aliméntate bien para combatir el cáncer

Los expertos en nutrición nos explican la importancia de una dieta saludable para atacar esta enfermedad

La evolución de ciertos tumores y los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer pueden dificultar mucho la alimentación. Dolor al tragar, disminución del gusto o sensación de sabor metálico de los alimentos son algunos de los problemas más frecuentes entre los que padecen la enfermedad.

Un problema relativamente habitual entre los enfermos oncológicos es la desnutrición, ya que afecta, en gran medida, la calidad de vida de quien la padece.

Los pacientes con cáncer encuentran varios obstáculos a la hora de realizar una dieta correcta, pues a las alteraciones generales se suman los daños locales, especialmente en los tumores del tubo digestivo. Por eso, los especialistas nos dieron algunos consejos para que estas personas tengan una alimentación ideal y balanceada.

La importancia de una buena alimentación


La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) afirma que todos los tratamientos contra el cáncer están asociados a complicaciones agudas y crónicas, relacionadas con problemas nutricionales.

“La presentación de estos efectos secundarios dependerá de la localización del tumor, el tipo de radioterapia administrada, el tipo de quimioterapia, el esquema de tratamiento antineoplásico (asociación de radioterapia con quimioterapia o anticuerpos monoclonales) y la alimentación que el paciente ha recibido con anterioridad”, destaca la entidad de salud.

SEOM detalla que, en el tratamiento de los tumores de cabeza, cuello, esófago y pulmón, se pueden producir efectos agudos como inflamación de la mucosa de la boca y del tracto digestivo, disminución de la cantidad de saliva y aumento en la viscosidad de la misma, alteración de los sabores, que pueden acompañarse de la pérdida del olfato. También pueden darse efectos crónicos como sequedad en la boca, caries dentales o úlceras.

Teniendo en cuenta todas estas complicaciones, la SEOM ofrece varios consejos nutricionales para los pacientes oncológicos, con el objetivo de evitar la desnutrición y aumentar su tolerancia a los tratamientos.

Asimismo, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) hace hincapié en la importancia de una buena alimentación.

“Casi el 90% de los pacientes con neoplasias avanzadas tiene una pérdida significativa de peso. Por otra parte, los estudios indican que el estado nutricional es un parámetro pronóstico de supervivencia”, recalca la asociación.

La AECC señala que los pacientes oncológicos deben tener en cuenta que su dieta puede variar durante el tratamiento.

“Los requerimientos nutricionales en esa etapa son especiales y dependen del tipo de tratamiento y de los efectos secundarios que aparezcan”, apuntan los expertos de la asociación.

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Tips para aumentar el apetito en los pacientes

“Se puede estimular la alimentación oral mejorando la preparación culinaria y la presentación de los platos, variando con frecuencia los alimentos y la forma de preparación”, expone Gonzalo Martín Peña en su trabajo: Soporte nutricional en el paciente oncológico.

El especialista señala la necesidad de prestar atención a las texturas para disminuir el esfuerzo que representa la ingesta en algunas personas con cáncer. También recomienda cuidar el ambiente a la hora de comer, procurar un entorno agradable, preferiblemente, con familiares y amigos.

“El momento del día en que se ofrecen los alimentos juega un papel importante. Con frecuencia, los pacientes con cáncer se encuentran mejor y tienen más apetito por la mañana, aunque este disminuye a medida que avanza el día”, manifiesta el experto.

Uno de los inconvenientes habituales entre las personas en tratamiento oncológico es la dificultad para tragar los alimentos. Para disminuir este problema, los investigadores de la SEOM sugieren comer lentamente, dejar suficiente tiempo entre cada cucharada, mantener una posición correcta (sentado, hombros hacia delante, cabeza ligeramente flexionada hacia delante y los pies apoyados en el suelo) y evitar hablar.

Por otra parte, las lesiones de la boca y los tratamientos de quimioterapia y radioterapia pueden originar alteraciones del gusto, así como disminución o, incluso, la falta total de este sentido. Además, esto puede acompañarse con la pérdida de olfato.

“Como recomendación general, mantener una correcta higiene bucal, realizar enjuagues con agua de tomillo o de manzanilla antes de comer y una hidratación adecuada ayudarán a reducir el trastorno”, indican los miembros de la SEOM.

En el caso concreto de la disminución del gusto, aconsejan incrementar la condimentación de los alimentos; consumir salsas para aumentar el sabor; adobar la carne y el pescado con pimienta, menta, zumo de limón o vinagre y evitar cocinar a temperaturas extremas. Al tomar estas medidas, la comida se mantendrá con un sabor intenso y fácil de percibir.

En cambio, cuando el sentido del gusto se vuelve más sensible, hay que elegir alimentos con buena apariencia y olores suaves. Los expertos sugieren comer platillos fríos o a temperatura ambiente; añadir gotas de limón o jarabe de frutas al agua si se le encuentra un gusto desagradable; sustituir las carnes rojas por las blancas; suprimir el alcohol y el tabaco, y evitar sabores amargos como el café, el té y el chocolate.

Por otra parte, algunos fármacos quimioterápicos que se eliminan a través de las glándulas salivares pueden dejar un gusto metálico en los alimentos. Para minimizar este problema, los especialistas de la SEOM aconsejan utilizar cubiertos de plástico y emplear utensilios de madera para cocinar.

Asimismo, los investigadores de la SEOM recomiendan consumir las carnes rojas mezcladas con salsas dulces, por ejemplo, compota de manzana. Pero, si no se tolera la carne, puede sustituirse por otros alimentos ricos en proteínas como pescado, huevos, lácteos o legumbres.

Los pacientes también pueden llegar a experimentar náuseas, vómitos, diarrea, irritación de la boca o saciedad precoz. En este sentido, la Asociación Española Contra el Cáncer asegura que el oncólogo es la mejor fuente de información, con relación a cualquier duda o problema asociado con la enfermedad.

“Solicite el consejo de su médico siempre que lo necesite y comente con él los posibles cambios en la dieta, durante el tratamiento”, concluye AECC.


NOTA: AROMAS NATURALES CONTRA EL CÁNCER DE SENO


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