A propósito del aniversario de bodas 65 entre Grace Kelly y el príncipe Raniero, recordamos el emblemático vestido de novia que sigue siendo una inspiración
Una de las bodas reales más icónicas tomó lugar el 19 de abril de 1956. Este año, conmemoramos el 65 aniversario de bodas del príncipe Raniero y la actriz Grace Kelly. Ella, como protagonista del evento, robó miradas y suspiros con un vestido de novia que trascendió en el mundo de la moda y la alta costura para la ‘bride-to-be’.
Diseño y amistad
El vestido de novia de Grace Kelly lo diseñó Helen Rose, diseñadora estadounidense que trabajó con Grace durante su tiempo en Hollywood. La entonces actriz buscó inspiración con Helen en los vestuarios del archivo de MGM.
El vestido estelar
El modelo consistió en un corpiño con sobre-corpiño y falda de soporte. Tenía dos enaguas, con una pegada a la base. Los materiales del vestido incluían cinco yardas de tafetán de seda, cien yardas de red de seda, peau de soie, tul y un encaje de punto de rosa de Bruselas con 150 años de antiguedad.
Los detalles
El resto del conjunto lo complementó con un tocado, velo, encaje. La capa Juliet que usó fue enjoyada con aljófares y flores de azahar. El velo hecho de tela medía 90 yardas. Además, la biblia que cargó también llevaba encaje con perlas incrustadas, al lado de un pequeño bouquet de lilas del Valle.
Un vestido para la posteridad
El vestido de novia de Grace Kelly costó, entre el material y la manufactura, 7 mil 266 dólares (sin incluir el costo de la diseñadora). En 2005, el Museo de Arte de Philadelphia descubrió que había un centavo de la suerte escondido en el zapato derecho —se cree que fue un guiño a su lado irlandés ancestral. Desde la boda, se volvió en el vestido de novia más reconocido de todos y se convirtió en una inspiración para todas.
Por ella el rey de Inglaterra renunció al trono. Era 1936 cuando Eduardo VIII dijo que no se responsabilizaría de sus deberes como monarca sin el apoyo de la mujer que amaba: Wallis Simpson. Socialité estadounidense sin hijos, divorciada en 1927 y casada por segunda vez con el empresario Ernest Aldrich Simpson. Falleció el 24 de abril de 1986 a los 89 años. (Foto: Getty Images)
El libro "La duquesa de Windsor", de Diana Mitford, nos descubre la vida de Wallis Simpson y su cuestionada relación con el duque Eduardo VIII —tío de la reina Isabel II. Amiga íntima de los duques de Windros, la autora del libro, Diana (lady Mosley, tras su segundo matrimonio) fue asidua invitada a sus fiestas en París o al Moulin de Orsay (pueblo francés donde fueron vecinos). (Foto: Getty Images)
Su romance fue un escándalo. Eduardo un mujeriego total, nadie pensó que se casaría con ella y es que la época y el estatus de él ‘impedían’ el matrimonio al ser rey y cabeza de la iglesia anglicana, que entonces no permitía que los divorciados volvieran a casarse. El primer ministro y el Partido Conservador no estaban de acuerdo y el enlace implicaba una crisis política. Aun así, Eduardo abdicó a finales de 1936. Wallis se divorció meses después y se casaron en Francia. Por supuesto, nadie de la familia real asistió, al parecer por decisión del nuevo rey, Jorge VI. Quien, a pesar de todo, nombró a su hermano duque de Windsor, así ella se convirtió en duquesa. (Foto: Getty Images)
Y aunque se ha dicho que con su carácter dominante Wallis manipuló a Eduardo, la primera princesa estadounidense llegó a las anquilosadas casas reales del mundo para sentar un precedente que le abrió la puerta a sus compatriotas y a muchas otras plebeyas. Historia trascendente de la familia real británica. (Foto: Getty Images)
Como Winston Churchill aseguró en una ocasión, "el amor del duque por ella está entre los grandes amores de la historia". Y con estas memorias ágiles, envolventes, se entiende cómo Eduardo VIII lo dejó todo por Wallis Simpson sin arrepentirse del paso que había dado por amor. Un amor que muchos comparan —salvando las diferencias— con el del príncipe Harry y Meghan Markle. (Foto: Getty Images)
Una de las bodas reales más icónicas tomó lugar el 19 de abril de 1956. Este año, conmemoramos el 65 aniversario de bodas del príncipe Raniero y la actriz Grace Kelly. Ella, como protagonista del evento, robó miradas y suspiros con un vestido de novia que trascendió en el mundo de la moda y la alta costura para la 'bride-to-be'. (Foto: Getty Images)
El vestido de novia de Grace Kelly lo diseñó Helen Rose, diseñadora estadounidense que trabajó con Grace durante su tiempo en Hollywood. La entonces actriz buscó inspiración con Helen en los vestuarios del archivo de MGM. (Foto: Getty Images)
El modelo consistió en un corpiño con sobre-corpiño y falda de soporte. Tenía dos enaguas, con una pegada a la base. Los materiales del vestido incluían cinco yardas de tafetán de seda, cien yardas de red de seda, peau de soie, tul y un encaje de punto de rosa de Bruselas con 150 años de antiguedad. (Foto: Getty Images)
El resto del conjunto lo complementó con un tocado, velo, encaje. La capa Juliet que usó fue enjoyada con aljófares y flores de azahar. El velo hecho de tela medía 90 yardas. Además, la biblia que cargó también llevaba encaje con perlas incrustadas, al lado de un pequeño bouquet de lilas del Valle. (Foto: Getty Images)
El vestido de novia de Grace Kelly costó, entre el material y la manufactura, 7 mil 266 dólares (sin incluir el costo de la diseñadora). En 2005, el Museo de Arte de Philadelphia descubrió que había un centavo de la suerte escondido en el zapato derecho —se cree que fue un guiño a su lado irlandés ancestral. Desde la boda, se volvió en el vestido de novia más reconocido de todos y se convirtió en una inspiración para todas. (Foto: Getty Images)