La ex dama de compañía de Isabel II afirmó que Felipe fue ‘un consorte mandado del cielo’
Lady Prudence Penn, vieja confidente de Isabel II, revela que amaba la forma en que Felipe de Edimburgo le hablaba a su esposa.

Lady Prudence Penn, vieja confidente de Isabel II, revela que amaba la forma en que Felipe de Edimburgo le hablaba a su esposa.
La muerte de Felipe de Edimburgo indudablemente movió los sentimientos de la casa real y la nación. No solo partió el consorte más longevo de todos, sino el apoyo y compañero de la reina Isabel II. Después del funeral y una serie de homenajes al fallecido príncipe, las memorias del royal siguen recorriendo cada rincón. Esta vez quien habló sobre él fue Lady Prudence Penn, ex dama de compañía de la reina Isabel.
Felipe, un consorte ‘mandado del cielo’ para la reina Isabel
Lady Prudence recordó con Tatler cuando conoció por primera vez al duque de Edimburgo, mencionando que se sintió ‘como golpeada por un rayo’: «me sorprendió la perfección física de este joven rubio —un complemento para la belleza de la princesa Isabel».
Siguió: «Me encantaba la manera en que le subiría el ego a la reina al decirle lo encantadora que se veía en su camino a la boda. Sabía sacar lo mejor de una mujer, y estoy segura de que sus consejos y ánimos hacia ella fueron pilares en la relación. En mi opinión, el duque de Edimburgo fue un consorte mandado del cielo para su majestad en todas las formas».
El príncipe que se despidió de su reina
Además de lo mucho que le agradaba a Lady Prudence la pareja, afirma que estar con Felipe siempre fue ‘interesante y divertido’. «Era uno de los hombres más prácticos que jamás había conocido. Se interesaba con intensidad de muchas cosas, siempre curioso por saber más, y de ser posible, hacer mejorías».
Felipe de Edimburgo vivió de 1921 a 2021, falleció a los 99 meses antes de su cumpleaños en junio. Sobre este solemne suceso, la antigua dama de acompañamiento sacó una emotiva conclusión: «Siempre quiso tener un funeral de un perfil mucho más bajo del que se esperaba hacerle, y dadas las circunstancias obtuvo su deseo. Fue el funeral más emotivo, adecuado y memorable de todos».