Los enormes beneficios de la vitamina C para tu piel y cómo incorporarla
Menos arrugas y más frescura. Conoce todos los beneficios que tiene la vitamina C para la piel y cómo incluirla a tu rutina de belleza.

Menos arrugas y más frescura. Conoce todos los beneficios que tiene la vitamina C para la piel y cómo incluirla a tu rutina de belleza.
Estamos en el auge de la importancia de incorporar más vitaminas a tu sistema. Ya lo hablamos con la vitamina D a través de los alimentos y el sol, pero si quieres sacarle mayor provecho a estos elementos en tu rutina de belleza, presta atención. La vitamina C tiene múltiples beneficios para rejuvenecer e hidratar la piel, entre muchos otros. Te contamos más sobre esto.
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Qué es la vitamina C
Es un ácido ascórbico, es decir, un nutriente hidrosoluble que actúa en el cuerpo como antioxidante. Protege a las células, produce colágeno y mejora la absorción de hierro. Ingerir vitamina C es muy bueno para proteger al sistema inmunitario —la encuentras en cítricos, pimientos, brócoli, fresa, melón y tomates—.
Beneficios de la vitamina C en la piel
Es un antioxidante, por lo tanto, «limpiará» el cutis de las células muertas.
Regenera la piel gracias a su alto contenido de colágeno, mismo que se necesita para retrasar signos de vejez o daños por contaminación y rayos UV.
Reduce la inflamación ya que «relaja» a las células de la piel.
Tiene propiedades exfoliantes y con ello tu rostro tendrá mayor iluminación natural. ¡Se verá como una piel 100% sana!
También evita el acné gracias a que la exfoliación permitirá que haya mayor «respiración» entre las células de tu piel. No habrá mayor concentración de sebo ni de grasa.
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Cómo obtener vitamina C para tu piel
El dermatólogo Ricardo Ruiz, autor de Antiaging. Cómo mantener la piel más joven declara que: «La única receta para mantener la piel más joven es con un suero o crema de vitamina C por la mañana junto con bloqueador». Vía Vogue España.
1. Sérum:
Es una fórmula activa con textura ligera que se absorbe rápidamente y llega a las capas más profundas de la piel. Hidrata en su totalidad y siempre debe aplicarse con el rostro limpio. Puede aplicarse hasta dos veces al día. Las venden diferentes marcas especializadas en cosméticos o dermatología, consulta con un experto antes de comprar tu sérum.
2. Mascarillas:
Aclara, hidratan y relajan la piel. De hecho son las más socorridas cuando necesitas recobrar el rostro cansado. También favorecen la circulación y disminuyen las líneas de expresión. Las hay en crema o pads para ponerte encima del rostro.
También las puedes hacer naturales. Mezcla kiwi, naranja y 3 cucharadas de miel de abeja. O con avena, jugo de limón y miel de abeja. Incluso puedes hacer tu mezcla con vitamina C en polvo.
3. Cremas hidratantes
Entre sus componentes hay también ingredientes naturales, como aceite de aguacate, extractos de herbolaria, bayas, aloe vera y más. Eso sí, hay que leer bien las etiquetas. A diferencia del sérum, las cremas hidratantes con vitamina C actúan más por la superficie que en la profundidad de la piel. Pero sus efectos son positivos para contrarrestar efectos de arrugas, inflamación y enrojecimiento.