Seis recomendaciones básicas para elegir el mejor vino para papá
Así es como puedes elegir los mejores vinos para papá Sólo debes seguir estos seis simples y rápidos pasos para poder descifrarlo.
Te ofrecemos algo de información básica que podrá ayudarte a aprender más sobre qué vinos pueden ser adecuados para ti, para tu papá, y cuáles probablemente querrás evitar. Así que toma nota y no dejes pasar ni el más mínimo detalle.
Para empezar…
Elegir un buen vino es completamente subjetivo. La forma en que cada uno de nosotros define una botella es única. Entonces, antes que nada, debes delimitar si tú o tu papá prefieren sabores delicados, atrevidos, dulces, agrios o incluso picantes.
Después…
¿Prefieren jugo de manzana o jugo de toronja?
Es más probable que los amantes del jugo de manzana disfruten del vino blanco dulce, y que los otros encuentren lo que buscan en el vino blanco seco.
¿Prefieren el café con leche o el café negro?
Los bebedores de café negro son más propensos a enamorarse de un vino proveniente de Francia, Italia o España. Los que aman el café con leche suelen preferir uno de los Estados Unidos, de Latinoamérica, de Australia o de Sudáfrica.
Piensa para qué es el vino
Lo maridarán con una comida: La regla general es que los vinos blancos son para platos más ligeros, como pollo y pescado. Mientras que los vinos tintos son para platos más pesados, como carne de res y cordero.
Si mezclarás el vino: Si éste se beberá en un cóctel o sangría, los sabores sutiles del vino no son tan importantes. Si lo utilizarás en una receta, los sabores se mezclarán con la salsa o la carne y servirán como un peculiar acento. Presta atención.
Si planeas disfrutarlo por sí solo: Por supuesto, en este caso puedes ser más crítico al seleccionar las notas de sabor que disfrutarán. Al leer diferentes etiquetas, encontrarás el nombre de la bodega, su variedad de uva, el año en que la bodega vendió esa uva, la región donde crecieron, su porcentaje de alcohol y una descripción del vino donde hallarás sus características básicas. Dulzor, acidez, tanino, cuerpo y alcohol. Tal vez la etiqueta también incluya notas o aromas; como cítricos, frutos o chocolate. Si tú o tu papás disfrutan de estos sabores, seguramente disfrutarán del vino.