Bellas... y algo más

Bellas... y algo más

Entre las estrellas del cine y de la moda hay muchas mujeres hermosas, pero algunas de ellas tienen ese “algo” que las diferencia de las demás


Sin duda, ícono es uno de los términos más utilizados ?y mal utilizados? de la actualidad. Una celebridad bien vestida es catalogada rápidamente como ?ícono de elegancia? y la nueva modelo de una megacampaña de publicidad internacional no será menos que un ?ícono de belleza?.

Sin embargo, cabe preguntarse: ¿cuáles de estas bellezas que hoy veneramos vencerán la prueba del tiempo? ¿Cuáles habrán dejado su marca y serán recordadas dentro de 50, 80 o 90 años, como lo son Greta Garbo, Katharine Hepburn o Marilyn Monroe? Y sobre todo, ¿cuál es ese detalle que hace que una mujer bella se destaque de otra y perdure en la memoria colectiva?

Echamos una ojeada a través de las décadas, en busca de ese algo más...

1920 - La mirada insinuante de Greta Garbo

Antes que ella, Clara Bow fue la primera en mirar sensualmente a la cámara, pero fue la mirada esquiva de Greta Garbo la que pasó a la historia. Mientras sus contemporáneas se enfundaban en pieles y lentejuelas, Garbo, en contraste, explotaba un look particular, andrógino y minimalista.

En cuanto a su maquillaje, sabía lo que le convenía y una vez que adoptó el suyo, lo usó en todos sus roles, hasta que se retiró del cine en 1941. Para destacar sus ojos azules, Garbo depilaba sus cejas ligeramente en triángulo, usaba larguísimas pestañas postizas, mezclaba una sombra oscura sobre otra neutra en el pliegue de sus párpados y terminaba con una gruesa pincelada de rímel. Pero sobre todo, lo que seducía eran el misterio, la inteligencia y la inaccesibilidad que transmitían su mirada y su actitud. Todo eso le ganó el apodo de “La Divina”.

1930 - Katharine Hepburn, naturalidad y personalidad

Desde que apareció por primera vez en la pantalla, en el filme “Doble sacrificio”, en 1932, su personalidad única hizo de ella una estrella. Entonces ya era evidente que Katharine Hepburn estaba cortada de distinta madera que sus colegas, y su cuerpo deportivo marcó un cambio radical de las sirenas de la época como Jean Harlow y Carole Lombard.

Hepburn evocaba la esencia de la modernidad, una mujer que miraba fijamente a los ojos. Natural, saludable, independiente y salvajemente privada, evitaba la prensa y los eventos públicos. Su aversión al glamour era notoria: a los vestidos entallados y sofisticados prefería pantalones y blazers; a los peinados complicados, la melena suelta; a las prendas a la medida, la vestimenta sport... Hepburn perdura como un mito de Hollywood y la encarnación de una estética all american.

FOTOGALERÍA: Las mujeres más bellas en la historia del entretenimiento internacional

1940 - Lauren Bacall, The Look

Su mirada fue su imagen de marca. Pero a diferencia de la de Garbo, la de Lauren Bacall era producto de su timidez: en la primera escena que le tocó rodar de la primera película que protagonizó, debía enfrentarse a Humphrey Bogart, un ídolo.

Ella era un manojo de nervios. ?La única manera de dejar de temblar era mantener mi cabeza hacia abajo, el mentón hacia el pecho y mis ojos hacia Bogart?, recordó más tarde. Sea lo que fuere, había creado The Look, que sería su apodo desde entonces.

Los maquilladores del estudio trataron de depilar sus cejas, enderezar sus dientes y subir su línea de cabello, pero ella nunca lo permitió. La mecha ondeada de pelo que caía lánguidamente sobre su mejilla y su voz susurrante contribuyeron a construir su imagen de femme fatale e hicieron de ella una de las figuras inolvidables de Hollywood.

1950 - Los labios sexy de Marilyn Monroe

Los años 1950 marcaron una nueva era de estilo y belleza. Adiós a los básicos utilitarios de los años 1940, bienvenidas las siluetas apretadas del New Look. Marilyn Monroe encarna el glamour de la década con su silueta curvilínea, su cabello platinado y sus labios sensuales, promesa silenciosa de placeres prohibidos. Marilyn contrarrestaba su piel diáfana y luminosa con sus labios en rojo brillante. ?El lápiz de labios es como un hermoso vestido que me embellece?, decía. Para las fotos, solía entrecerrar los ojos y entreabrir la boca.

Cuando alguien le preguntó si lo hacía a propósito, contestó, muy a lo Marilyn: ?Debe ser porque estoy pensando en un hombre. Es más fácil lucir sexy cuando se está pensando en un hombre. No pienso conscientemente en mi boca, pero pienso conscientemente en lo que estoy pensando...?. Vaya a saber.

1960 - Twiggy y su cockney attitude

Todo comenzó cuando su larga melena castaña fue reemplazada por un radical corte rubio a lo garçon. Las fotos expuestas en la peluquería Leonard, de Londres, fueron detectadas por una periodista del Daily Express, quien poco después le dedicó un artículo titulado “El rostro del 66”. Su carrera estaba lanzada.

A los 16 años, la muy cockney Leslie Hornby se convirtió en Twiggy y, a la vez, en un fenómeno mundial. Era baja para ser modelo ? 1,68 m o 5?6??, pero su aspecto original se centraba en tres características: su figura delgadísima (41 kilos o 90 libras), su look andrógino y un extraño maquillaje de su propia creación, que consistía en tres pares de pestañas postizas y pequeños triángulos pintados bajo los ojos. A veces dibujaba unas pecas en las mejillas. Su rostro melancólico y sus rodillas huesudas atraparon a las adolescentes del mundo entero... No había quién se resistiera a sus encantos.

1970 - La melena de Farrah Fawcett

La influencia del look sexy de Farrah Fawcett marcó la tendencia de los años 1970. La actriz originaria de Texas, una de las bellezas más reconocidas de su época, se hizo famosa por su sonrisa perfecta, su piel bronceada y su melena dorada, gracias a las cuales en 1975 obtuvo un rol en la serie original “Los Ángeles de Charlie.”

Cuando el programa salió al aire al año siguiente, las fans hacían cola en la peluquería de Allen Edwards, responsable del peinado, exigiendo el mismo. Su póster en traje de baño rojo fue un best seller en los cinco continentes y se convirtió en el símbolo de toda una generación. Deseada por los hombres e imitada por las mujeres, Farrah era el epítome de la all american girl. Con la atención puesta en su cabello, Fawcett se atenía a un maquillaje muy simple: solo brillo en los labios y apenas un toque de rímel. Su belleza natural no requería más.

1980 - Madonna, la rebelde

Buscando a Susan desesperadamente” no pasará a la historia como un gran filme, pero es de culto para los fans del estilo eighties de Madonna, que consistía en pantalones de cuero, chaleco de denim, mocasines, accesorios metalizados, leggings y el famoso lazo con el que adornaba su pelo.

Con su maquillaje desfachatado, sus gruesas cejas y su cabello mal teñido, Madonna se convirtió en la pin-up de la década. En efecto, su look rebelde marcó los 1980 y dio lugar a cientos de miles de wannabes; las chicas que querían ser como Madonna e imitaban cada uno de sus gestos. Por cierto, ella no se quedó allí y esa fue solo la primera de las muchas transformaciones que ha adoptado a través de los años, pero aquella fue la que colocó en el universo de las estrellas que dejaron una marca indeleble.

1990 - Kate Moss, marcadora de tendencias

Tras los excesos de los 1980, el icono de los 1990 fue una chica joven y delgada, del barrio londinense de Croydon: Kate Moss. Descubierta en 1988 por Sarah Doukas, de la agencia de modelos Storm Model Management, cuando Kate tenía 14 años, su rostro fresco sedujo por igual a las industrias de la moda y de la publicidad.

Por razones que los fotógrafos, fashionistas o editoras de moda no comprenden totalmente, ella llegaba a todos los grupos sociales, desde el consumidor de lujo hasta el gran público, y su belleza era única... y lo es todavía. Es por eso que Moss logró lo que ninguna otra modelo: trabajar sin parar desde hace casi tres décadas, sin pasar de moda. De grunge a principios de los 1990 al boho chic actual y otros estilos, Kate Moss nunca sigue las tendencias, las crea.

2000 - Beyoncé, una belleza mixta

Beyoncé Knowles apareció en el mundo de la música en 1997 al frente del grupo Destiny?s Child. Tenía una figura curvilínea, gran cantidad de energía y una actitud audaz, por lo que reunía las condiciones para hacer de ella un ídolo de la música pop. Y así fue. Pero Beyoncé también se convirtió en un ícono de belleza. Con su largo cabello rubio y su particular tonalidad de piel, encarna una atractiva belleza mixta, fascinante e indefinible, orgullosa de sus formas generosas.

Nacida en Houston, de un padre afroamericano y una madre de ascendencia creole, de Luisiana (es decir, americana nativa, francesa y africana), Beyoncé se considera afroamericana, pero sobre todo, define su éxito en términos no raciales.

Me parece haber cruzado esa barrera y que la gente no piensa en cuál es mi raza”, dice.

2010 - Cara Delevingne y sus cejas insolentes

Cuando la modelo londinense de 22 años Cara Delevingne hizo su debut en el 2010, de inmediato fue claro que con su look tan personal y su fuerte presencia nunca pasaría inadvertida.

Cara es diferente a todas las demás: su actitud es desenfadada e irrespetuosa, pero a la vez es simpática y se da a querer. Y tiene dotes de actriz. Con sus ojos almendrados y su cabello dócil, su belleza es clásica y, a la vez, moderna.

Pero lo que la hace especial son sus cejas, gruesas y definidas, como las de Audrey Hepburn o Elizabeth Taylor, que ha vuelto a poner de moda en los últimos años. Curiosamente, a ella no siempre le gustaron y pensó en depilárselas, pero su madre se lo impidió. Los expertos vaticinan que Cara va en camino de convertirse en la Kate Moss de las próximas décadas.

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