En unos pasos sencillos tendrás unas manos dignas de presumir.
Unas manos cuidadas son un claro ejemplo de una persona que aprecia la estética y que se preocupa por estar arreglada, pero hoy en día contamos con poco tiempo para ir a salones de belleza, así que es muy buena idea que sepas cuidar tus manos tú misma.
Una de las formas más naturales de pintar las uñas es mediante el french manicure, que, además, es muy utilizado por las famosas. Es una manera muy sencilla y práctica que ofrece una elegancia inigualable y lo puedes hacer en casa.
Para comenzar, haz un repaso de todo lo que necesitas: base transparente, esmalte blanco, rosa claro, melocotón, ambos sin nácar y mejor si son especiales para este tipo de manicure. Por último, los adhesivos especiales para dar la forma de media luna en la punta de la uña. Si no los tienes, puedes hacerlo con un truco casero: adhiere un trozo de celo (cinta adhesiva de celulosa o plástico) o esparadrapo, de forma que el extremo superior de la uña quede despejado. Así, con esmalte blanco se puede pintar el borde de la uña que está libre sin pasarte del borde deseado.
El primer paso es limpiar bien las uñas con quitaesmalte y después, con un palito de naranjo, retirar las cutículas hacia atrás. Después hay que cubrir las uñas con la base transparente endurecedora para que queden protegidas y dure más el manicure.
Ahora viene el paso más difícil. Con la ayuda de los adhesivos, aplica el esmalte blanco en la punta de las uñas. y retíralos cuando esté seca del todo la pintura. Si quieres, puedes aplicar una segunda capa para conseguir un mayor efecto más blanquecino.
Finalmente, como base para todas las uñas aplica un esmalte suave (rosa, melocotón...), que suelen venir señalados “para manicura francesa”.
Como tip, un buen consejo es que para realizar bien todos estos pasos y con el fin de cubrir bien toda la superficie de la uña, es mejor que tengas al aire la mano, apoyando la muñeca en algún sitio fijo para evitar temblores (por ejemplo, en un vaso).