Puede que el cantante Adam Levine lleve casi dos décadas triunfando como el líder de una de las bandas más exitosas de la escena pop , Maroon Five , sin olvidar su condición de carismático juez televisivo en The Voice o su ininterrumpido estatus de sex symbol .
Sin embargo, y a diferencia de lo que le ocurre a otras celebridades de su entorno, por el momento, el intérprete no ha logrado conquistar artísticamente a su primogénita y menos aún darle una razón de peso para que, al menos, pueda admirarlo por su talento vocal. https://www.instagram.com/p/B2ugwC6oydn/ "¿Sabes? Lo normal sería pensar que, cuando canto para ella, lo disfruta y lo aprecia, pero la verdad es que no le gusta nada. Ojalá estuviera mintiendo”, confesó en tono jocoso a su paso por el programa de Ellen DeGeneres , justo antes de asegurar que jamás volverá a debatir con su pequeña Dusty Rose , de tres años, sobre asuntos de índole musical . “No creo que vuelva a tener valor para enfrentarme a ella”, expresó.
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Independientemente de estas pequeñas diferencias que le separan de su pequeña, lo cierto es que el versátil intérprete, padre también de Gio Grace (19 meses) junto a su esposa Behati Prinsloo , no podría estar más “obsesionado” con sus dos hijas, a quienes “adora” de una forma muy “especial” que jamás había experimentado antes de debutar en la paternidad de la mano de la afamada modelo de Victoria’s Secret .
“Estoy obsesionado con las dos. Las adoro de una manera muy genuina y creo que jamás había sentido algo así por nadie. Es algo tremendamente especial”.