Parece que el ex futbolista inglés es el marido perfecto
Aunque David Beckham solía admitir que sus estancias en el extranjero siempre le generaban una nostalgia especial por la comida tradicional del Reino Unido, aprovechó su paso por la ciudad de Milán para adentrarse en el complejo mundo de la gastronomía italiana y convertirse así en un chef de grandes cualidades.
Cuando no se encontraba entrenando o jugando con su equipo de entonces, el A.C. Milan, el guapo ex futbolista pasaba las tardes en clases de cocina aprendiendo algunas de las recetas más apetitosas de la esfera culinaria.
“Es curioso, pero cuando vivía en Italia tomé la decisión de que quería aprender a cocinar mejor y por eso me apunté a un curso de seis meses en una escuela de cocina bastante prestigiosa. Aprendí a hacer cosas fantásticas como el ragú y a cocer la pasta en su punto para que estuviera bien fresca, mientras que me obsesioné con perfeccionar el risotto porque al principio me costaba mucho que estuviera comestible”, bromeó al diario The Times.
Desde que anunciara su retirada definitiva del futbol, David ha intensificado su pasión por la cocina y por algunos de los platos más característicos de los países que ha visitado.
“Ahora soy yo el que se pasa el día cocinando en casa. Antes era mi mujer quien se encargaba casi siempre de alimentar a los niños, pero ahora no me importa si tengo que estar toda la noche cocinando para que mi familia pueda disfrutar del mejor de los risottos con azafrán. Me encanta la cocina y, entre otras cosas, me ayuda a desconectar y a relajarme”, aseveró.