Entrevista con Sarah Jessica Parker

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Con el éxito de Sex and the City, la actriz se ha convertido en ícono de New York.

Jul. 26, 2010

Algunas fanáticas dicen que se parecen a Charlotte por la ingenuidad. Otras prefieren la independencia y frivolidad de Samantha, o la sabiduría y el cinismo de Miranda. Pero la mayoría, las verdaderas admiradoras de Sex and the City, quieren ser como Carrie, una pesimista, romántica y fiel amiga, práctica y elegante, ingeniosa y atractiva, que vive pendiente del sexo en la ciudad, desde su punto de vista. Con la llegada al cine de una segunda película, que sigue la historia que hizo famosa HBO, Sarah Jessica Parker habló sobre la superproducción y la moda que impuso en Sex and the City.

¿Cambió en cierta forma la percepción de la amistad entre las mujeres, gracias a Sex and the City?

Trato de no hablar demasiado de lo que hemos logrado o, por el contrario, de lo que no conseguimos... Pero me encanta, me apasiona ver como estas mujeres se quieren tanto, el honor que mantienen unas con otras, el respeto que se tienen. Con un ADN radicalmente diferente, encontraron una amistad verdadera que es inspiradora. Es un guión, claro, pero suena muy gracioso que en cierto lugar del corazón todavía nos guste ver a las mujeres como aliadas, en vez de adversarias.

Sarah Jessica Parker nació el 25 de marzo de 1965, en Nelsonville, Ohio, y se acostumbró a vivir en una familia numerosa: eran ocho hermanos en total. Algo que la ayudó como actriz es cuando ella y cuatro de sus hermanos fueron seleccionados para el musical de Broadway La novicia rebelde (The Sound of Music); gracias a este logró el papel principal de la versión original de Annie.

Ya en New York, siguió sus estudios secundarios en Dwight Morrow High School, mientras que en el verano trabajaba como actriz, en la comedia de TV Square Pegs. Una vez graduada, se dedicó a la actuación a tiempo completo, con un personaje secundario en la película Footloose, con Kevin Bacon, y el protagónico de Girls Just Want to Have Fun. Con Nicolas Cage filmó Honeymoon in Vegas, y con Bruce Willis protagonizó Striking Distance, aunque no pudo conseguir el rol de Pretty Woman, que interpretó Julia Roberts. Eran los tiempos en que también se hizo famosa por sus noviazgos con Robert Downey Jr. y John Kennedy Jr., antes de casarse con otra estrella de Broadway: Matthew Broderick, el padre de su hijo James (7) y de las mellizas Marion y Tabitha (1).

Profesionalmente, nadie hubiera apostado que alguien como Sarah Jessica Parker podía ser todavía más famosa a través de la televisión por cable, pero la serie Sex and the City en HBO se convirtió en un clásico, en tiempo récord, y ganó el premio Emmy, después de cinco nominaciones consecutivas. Al imponer diferentes estilos de moda, zapatos y tragos Cosmopolitan, Sarah Jessica puso una cláusula estricta en su contrato, indicando que su personaje no podía aparecer desnuda. Cuando terminó con la versión de TV, la misma historia de Sex and the City se convirtió en otro superéxito del cine, al recaudar nada menos que 400 millones de dólares. Teniendo en cuenta el éxito de la segunda película, solo es cuestión de tiempo para que llegue Sex and the City 3.

¿Cambió mucho el personaje de Carrie entre la primera y la segunda película Sex and the City?

Después de la boda... viene la experiencia del matrimonio y los dos momentos son muy diferentes. Como siempre, Carrie se plantea toda clase de dudas sobre el ambiente donde vive. Y esas preguntas, en la mejor escena de la película, tienen que ver con las razones por las cuales cuestionamos la institución del matrimonio y lo que todos podemos hacer para redefinir las tradiciones.

¿Eligieron el Medio Oriente para plantear semejante cuestionamiento?

Yo creo que hay ciertas mujeres que todavía no están conscientes de que estamos definiendo nuestro rol todo el tiempo. Es un gran regalo que nos han legado nuestras madres. Tenemos la oportunidad de cambiar el rol de la pareja definida por la sociedad o el ambiente de trabajo. Las mujeres que se quedan en sus casas, con sus hijos, también se dan cuenta del privilegio de hablar sobre este tema, porque es importante en nuestra época.

Además de protagonista, ¿también es la productora de la película?

Sí, pero no soy la clase de productora que se muere por el poder. Hago de todo y es la única forma de trabajar que conozco. Me gusta la responsabilidad, especialmente por la confianza que nos tiene la gente. Tampoco es algo fácil, porque no puedo ni imaginar el tiempo que estuve separada de mis hijos y de mi esposo para lograr una historia que guste a las personas. Estas salen de sus casas y ponen dinero de su bolsillo para vernos.

¿Cómo fue el rodaje de la película en el Medio Oriente?

Si te digo que nos dio mucho trabajo, tal vez esto no refleje la experiencia tan extraordinaria que tuvimos. Fue una de las más grandes que he tenido en mi carrera profesional. Ver salir el sol para coordinar el rodaje en uno de los lugares más lejanos fue increíble, así como también me divertí cuando volvíamos cansadas de tanto reírnos. Fue maravilloso poder vivir semejante experiencia cinematográfica. Estuvimos en las dunas del Sahara durante días y contemplamos cosas que nunca volveremos a ver. Claro que fue difícil, no teníamos baño, por ejemplo, pero te aseguro de que lo volvería a hacer todo otra vez.

¿El mejor recuerdo de Marruecos?

Lo que más me gustó, el mejor recuerdo que tengo, es que pude vivir con el resto del elenco. Por primera vez filmamos fuera del país. Tuvimos la oportunidad de vivir juntas, de conocernos en una forma completamente distinta a la época cuando trabajábamos en New York, porque ahí cada una volvía a su casa, con sus amigos y su familia, sus hijos y sus animales. Y eso lo cambió todo. Hoy las quiero todavía más. No hay nada que pueda separarnos, sin importar el hambre o las ganas que teníamos de ir al baño (risas). Hubo días en que extrañábamos a nuestros hijos, pero seguíamos ahí.

Antes de Sex and the City 2, Sarah Jessica filmó Did You Hear About the Morgans? con el actor inglés Hugh Grant. En esta película, los dos forman un matrimonio que está a punto de romperse. Pero a la salida de un restaurante presencian un crimen y se convierten en objetivo de un asesino a sueldo. El programa de protección de testigos los arrastra de su amada ciudad de New York a un minúsculo pueblo de Wyoming. La actriz aceptó este personaje por la oportunidad de volver a trabajar con Hugh, con quien había filmado Extreme Measures en 1996.

¿Los hombres pueden aprender algo de la película Sex and the City 2, si la ven con sus esposas o con sus novias?

Sí, y es maravilloso, porque un par de parejas con las que hablé me comentaron que les encantó. Si te fijas, no hay ningún hombre villano en la película. Las consecuencias solo tienen que ver con las decisiones que nosotras tomamos o con cierto comportamiento momentáneo. La culpa siempre es nuestra (ríe), porque francamente, así también suena mejor.

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