En su más reciente visita a Madrid, la actriz pidió todo lo necesario para guardar la línea.
Marzo 03, 2011
La semana pasada, Jennifer Aniston promocionaba su más reciente cinta, Just Go with It, en Madrid, en donde estrenó su nuevo corte de cabello y se mostró muy divertida junto a su compañero Adam Sandler y no se daba grandes caprichos, a pesar de ser una estrella de primer nivel.
Simpática y discreta, como siempre, lució en sus dos intervenciones públicas un look dominado por el negro y el dorado. Pantalón y camiseta de tirantes y un vestido corto de manga larga con escote en “V” y detalles dorados. Además, la actriz estuvo en una fiesta privada en el Hotel Oscar Room Mate organizada por su propietario, Kike Sarasola.
Pero fuera de los reflectores, Aniston, de 42 años , hizo algunos pedidos en el hotel donde se alojó para hacer lo posible en no perder la esbelta figura que la caracteriza.
En su habitación tenía un refrigerador lleno de bebidas light y de soya, yogures sin grasa y siempre tenía a su disposición una bandeja de quesos ligeros italianos. Sus comidas siempre estuvieron compuestas por crudités, guacamolé y pescado a la plancha. Tampoco le faltó un buen surtido de fruta fresca.
Entre sus pequeños caprichos también figuraron vodka Grey Goose, dry Martini, vino Santa Margarita -un blanco afrutado muy conocido en California. En sus 48 horas en España no le dio tiempo a acudir al gimnasio, pero lo cierto es que la dieta y la disciplina de Jennifer hace que siga manteniendo una talla 36 y que luzca un cuerpazo en bikini.