La intención inicial de Kylie Jenner de no publicar imágenes de su hija Stormi en Instagram, que tomó a los cuatro meses de convertirse en madre para proteger a su bebé de las críticas y los ataques de los troles, no le duró demasiado y, sin bien la empresaria no comparte tantas fotos de su retoño como otras estrellas de esa misma plataforma, su pequeña sí que aparece con cierta frecuencia en sus Stories o en su perfil. Sin embargo, hasta ahora la niña -de 18 meses- no había realizado su debut oficial sobre la alfombra roja, pero eso acaba de cambiar este martes con motivo de la première del nuevo documental que su padre Travis Scott realizó para Netflix, titulado Travis Scott: Look Mom I Can Fly. Stormi llegó al evento celebrado en Santa Monica, California, en brazos de su famosa madre y ataviada con un atuendo mucho más informal que el de sus padres: un conjunto deportivo de estampado militar y unas deportivas en miniatura de color blanco.
Pese al bullicio que se produjo automáticamente a su alrededor, mientras todos los paparazzi y fotógrafos allí presentes se apresuraban a retratar a la feliz familia, ella mantuvo la calma en todo momento y no dejó de mirar a su alrededor con interés y poniendo caritas -como en las selfies que tanto le gustan a su progenitora- mientras el rapero le hacía mimos. De cara a su posado oficial antes del inicio de la proyección, Kylie y Travis prefirieron dejar a su niña entre bambalinas para ceder todo el protagonismo a los besos y arrumacos que se dedicaron frente a las cámaras como una pareja más de enamorados.
El look de Kylie
Para la ocasión, la joven empresaria optó por un look completo en blanco, compuesto por un entallado vestido con escote en la espalda y zapatos de tacón. Los accesorios fueron joyas de diamantes.
Una cola de caballo alta y maquillaje que resaltaba la mirada completaron su estilismo.
¡Esas manos!
Algo que no pasó desapercibido fueron las muestras de cariño entre Travis y Kylie, quienes estuvieron intercambiando besos y abrazos. De hecho, el cantante no tuvo reparo en poner las manos sobre el trasero de su famosa novia.