Miley Cyrus marcó 2013

Para bien o para mal, la polémica cantante estuvo en boca de todos

Miley Cyrus y Beyoncé Knowles fueron las estrellas absolutas del espectáculo en el año que termina en Estados Unidos, con el provocativo cambio de registro de la segunda y la exitosa entrada en la madurez artística de la primera.

La joven Miley fue quien más dio que hablar tras una serie de provocadoras actuaciones en las que dejó finalmente atrás su personaje de Disney, Hannah Montana, dirigido al público adolescente.

La cantante, de 21 años, publicó su nuevo disco “Bangerz” después del verano, acompañado de un radical cambio de imagen pero acogido con buenas críticas.

Sin embargo, su notoriedad explotó cuando lo presentó en directo en agosto en la gala de los “2013 MTV Video Music Awards” en Nueva York, en la que mostró una desinhibida pose sexual junto al cantante Robin Thicke que convulsionó a las redes sociales.

Si hasta ese momento la actuación de Beyoncé en el SupeBowl había sido el evento más tuiteado en la historia en Estados Unidos, Miley le arrebató el podio de las redes sociales con su baile subido de tono.

Semanas después, y en un paso más, la joven estrella volvió a alimentar la ira de la sociedad políticamente correcta al aparecer en una actuación en Europa fumándose un porro de marihuana en directo.

“No es algo en lo que piense. Simplemente salía del camerino y pensé ‘Oh, tengo esto en mi bolso, será divertido’. No se lo dije a nadie. No le dije a nadie que lo iba a hacer”, dijo con naturalidad sobre el revuelo generado.

Beyoncé tuvo un destacado 2013, que comenzó con polémica por cantar en “playback” el himno de Estados Unidos durante la multitudinaria ceremonia de inauguración del segundo mandato del presidente Barack Obama.

La cantante y su esposo, el rapero y empresario Jay-Z, levantaron expectación apenas dos meses más tarde cuando se supo que habían decidido pasar su quinto aniversario de casados en La Habana, Cuba.

Pero el gran momento de la estrella de 32 años fue el sorpresivo lanzamiento en diciembre de su quinto álbum, “Beyoncé Knowles”, sin apenas promoción y directamente publicado en la tienda de iTunes de Apple.

La maniobra fue considerada un bombazo publicitario, puesto que cada canción iba acompañada de un video musical, y se convirtió inmediatamente en “número uno” de ventas en Estados Unidos.

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