La actriz revela que se siente más a gusto que nunca en su propia piel
El secreto de Susan Sarandon para seguir luciendo un aspecto radiante a sus 69 años es llevar un estilo de vida saludable, alejarse de las situaciones y personas “tóxicas” y practicar sexo tan a menudo como le resulte posible.
"¡El sexo! Eso es muy bueno para la piel. La risa y el sexo, si tienes la suerte de conseguir ambas cosas, las dos son muy importantes. Tienes que cuidarte. Para seguir joven y en forma tienes que eliminar todas las cosas tóxicas de tu vida. ¡Y a la gente tóxica! He reñido a unas cuantas celebridades más jóvenes a las que he visto fumando. Les he dicho: '¿Qué estás haciendo? ¿Estás loca? ¿Te tomas un zumo verde por las mañanas y te fumas un cigarrillo por la noche?’”, explicó la intérprete en una entrevista a la revista You.
Ahora Susan se siente más a gusto que nunca en su propia piel, más incluso que cuando era una jovencita.
“No soy el tipo de mujer que se siente cómoda pasando el rato en un bar seduciendo a hombres. No creo que ese haya sido nunca mi caso. Pero me siento igual de sexy que cuando era joven. De hecho, me siento más sexy. Miro las fotografías de cuando era más joven y me gusta más el aspecto que tengo ahora porque he vivido más”, añadió.
Por esa razón, Susan descarta completamente la idea de pasar por el quirófano para luchar contra el paso del tiempo.
“Cuando veo a la gente que se ha operado mucho no me parece bonito. Es el mejor ejemplo del miedo [a envejecer]. Resulta muy poco atractivo y demuestra que esa persona no asume lo que le está sucediendo de forma natural. La belleza proviene del interior, de vivir de una forma agradecida y de comprender que todo escapa a tu control. Cuando cumplí los 40, cuando me convertí en madre, nunca sentí que estuviera perdiendo mi sexualidad o sensualidad, o la curiosidad y las ganas de vivir. Nunca he sentido que mi edad me impidiera hacer cosas. Lo que te hace atractiva es estar ‘despierta’ dentro de tu vida y sentirte segura, y eso se vuelve más sencillo según te vas haciendo mayor y te empieza a importar menos lo que piensen los demás”.
