La actriz participó en una conferencia junto a la exsecretaria de estado estadounidense Madeleine Albright para debatir sobre los obstáculos de toda clase a los que se han enfrentado tradicionalmente las mujeres y que, en ciertos casos, han minado su autoestima.
La actriz Angelina Jolie participó esta semana, a través de las nuevas tecnologías de la era digital, por supuesto, en una de las muchas charlas organizadas por el National Democratic Institute de Estados Unidos para debatir sobre diversos asuntos ligados al desarrollo profesional y personal de las mujeres.
En la interesante conversación que mantuvo con la exsecretaria de estado estadouniense Madeleine Albright, moderada por Mika Brzezinski, la intérprete habló de los obstáculos, de toda clase y condición, a los que tradicionalmente se han enfrentado las mujeres a la hora de cultivar su talento y sus inquietudes vocacionales.

Esos factores han contribuido notablemente a que, en ciertos casos, las féminas no sean del todo conscientes de su potencial, una situación que Angelina quiere erradicar a base de educación, concienciación y, por supuesto, eliminando de una vez por todas esas condicionantes que han consolidado esta problemática durante siglos.
«Las mujeres contribuyen muchísimo a la sociedad, mucho más que el crédito que reciben por ello. Somos protectoras por naturaleza, muy apegadas a la comunidad, también fuertes, inteligentes. Entonces, ¿qué es lo que nos mantiene siempre un paso atrás? Cuando hablamos de valor, creo que ese es un concepto del que tenemos que reflexionar más a menudo. ¿Por qué hay tantas mujeres que todavía no conocen su verdadero valor?», planetó la artista en un momento de su intervención.
El hecho de que las mujeres hayan sido tradicionalmente infravaloradas, cuando no directamente despreciadas y humilladas por el machismo imperante, ha supuesto, sin duda, una pesada carga con una fuerte incidencia en su autoestima y confianza en sus capacidades.
«Es que todo lo que se nos ha hecho a lo largo de los siglos… Las violaciones y la impunidad de quienes las cometen, la violencia doméstica y la forma en que esas prácticas se han justificado históricamente… La cuestión sigue siendo vigente: ¿Por qué se nos hace daño? ¿Por qué no se castiga debidamente a quienes nos hacen daño?», explicó.
