La cantante pidió que no hubiera ninguna otra persona en su visita al recinto
Las exigencias de los famosos en ocasiones nos pueden llegar a sorprender, y la petición que le hizo Beyoncé a los encargados del Museo de Louvre no fue la excepción.
La poderosa cantante llevó a su pareja, el rapero Jay-Z y a su pequeña hija, Blue Ivy, a un paseo cultural en el que no fueron molestados por nadie.
El recorrido se llevó a cabo la semana pasada y en este pudimos ver, a través de unas imágenes que la diva compartió en su sitio web, a Blue Ivy con un vestido rojo posando junto a famosas esculturas y cuadros, como el de la Mona Lisa.
Beyoncé y Jay Z también posaron para las cámaras, haciendo gala de su complicidad, en un intento de terminar con los rumores de una posible crisis.
Beyoncé no es la primer celeb que priva al público de asistir a un lugar por un día. Tom Cruise y su ex, Katie Holmes, mandaron cerrar la pista de hielo del Rockefeller Center en New York, para que Suri pudiera patinar sin que nadie la interrumpiera.
Blue Ivy aprovechó para tomar algunas fotos de lo que más le gustó.
Aquí vemos a la pareja haciendo gala de su buen humor, tratando de imitar la pose de la escultura.