La pareja fue captada muy romántica tras un concierto
Haciendo gala de la misma discreción que siempre les ha caracterizado, Enrique Iglesias y Anna Kournikova han demostrado con una simple imagen, que ya circula en Twitter, que su longeva relación de más de 10 años sigue adelante con normalidad y sin alteraciones, ya que este fin de semana ambos posaron sonrientes y tranquilos con los organizadores del festival de música Jingle Bell, tras la exitosa actuación ofrecida por el español.
La presencia de la extenista entre bambalinas había pasado inadvertida, entre otras razones, porque Enrique siempre ha procurado mantener su relación alejada del ojo público y de su carrera.
«Ahora mismo trabajo más que nunca y por eso creo que no estoy preparado todavía para tener hijos. Es un tema al que he dado muchas vueltas en los últimos años, pero la verdad es que tampoco es algo que dependa solo de mí. Es una responsabilidad demasiado grande como para tomar decisiones a la ligera», aseguró a la estación de radio Sirius XM sin referirse a Anna.
No obstante, en los últimos meses ambos han dejado sutiles pruebas de que su relación no se ha visto afectada por el paso del tiempo, ya que la venta de su mansión de Miami que tantas especulaciones generó sobre el deterioro de su romance solo demostró, con el paso del tiempo, que la pareja buscaba un nidito de amor mucho más grande.
«Enrique y Anna siempre quisieron regresar al barrio de Bay Point porque él vivió en esa zona de Miami durante buena parte de su juventud. Su nueva mansión es inmensa y está al lado de la playa», reveló la responsable de la venta.