La actriz Olivia Colman acaparó todas las miradas este domingo a su llegada a la alfombra roja de la gala de los Oscar, y no solo por el aura que destila en su condición de premiada -en la última edición se llevó la estatuilla a la mejor actriz protagonista por The Favourite– o por el prestigio interpretativo que ha venido acumulando desde principios de la década pasada.
De hecho, la actual ‘Isabel II’ de la serie The Crown dejó gratamente sorprendidos a los periodistas y reporteros gráficos al aparecer con un peinado renovado y muy favorecedor, en el que ante todo destacaba su tonalidad rubia. A la hora de justificar semejante cambio de imagen, la artista no dudó en echar mano de su particular y muy británico sentido del humor.
«Es que ganar un Oscar te envejece», bromeó durante su breve encuentro con los informadores.
Por si eso no fuera suficiente, Olivia recordó que su triunfo de la pasada edición se acabó convirtiendo en la «mejor noche» en la vida de su marido, Ed Sinclair, dejando en un segundo plano, entre otras cosas, los nacimientos de sus tres hijos.
Ya durante la ceremonia, Olivia Colman, quien este año se hizo con el Globo de Oro por su papel central en la citada producción de Netflix, subió al escenario para presentar el galardón al mejor actor protagonista de la temporada y, como era de esperar, entregó el premio al también ‘favorito’ Joaquin Phoenix: sin duda el gran valedor de la aclamada cinta Joker.