Harvey Weinstein fue sentenciado en Nueva York a 23 años de carcel por delitos sexuales en el histórico caso #MeToo.
Este miércoles, Weinstein fue sentenciado a 23 años de prisión, 20 por el cargo de acto sexual criminal por realizar sexo oral a la asistente de producción Mimi Haleyi en 2006, y tres por violación en tercer grado por el ataque a Jessica Mann en 2013.

La sentencia pronunciada por el juez James Burke de la corte penal estatal de Manhattan es una gran victoria para el movimiento #MeToo contra la agresión y el acoso sexual, nacido tras el estallido del escándalo Weinstein en octubre de 2017.
Una advertencia para otros
«Agradecemos a la corte por imponer una sentencia que es una advertencia para los depredadores sexuales y las parejas abusivas en todas los segmentos de la sociedad», dijo el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, tras el anuncio de la pena.
El fiscal agradeció asimismo a las acusadoras por «su coraje indescriptible».
«Harvey Weinstein desplegó nada menos que un ejército de espías para mantenerlas en silencio. Pero se negaron a ser silenciadas, y fueron escuchadas. Sus palabras tumbaron a un depredador, lo pusieron tras las rejas y dieron esperanzas a los sobrevivientes de violencia sexual a través del mundo», indicó.

Weinstein llegó al tribunal este miércoles en silla de ruedas.«No soy la persona que era cuando comenzó esta crisis», dijo al juez, pidiendo clemencia antes de conocer la pena.«Quizás nunca más vea a mis hijos», añadió.
Aseguró que no tenía tanto poder como se dice, que su compañía era «pequeña», y comparó las denuncias contra hombres poderosos acusados de acoso o agresión sexual con la persecución de comunistas lanzada por el senador Joseph McCarthy durante la Guerra Fría.
«Estoy preocupado por este país», sostuvo sin pedir perdón ni mostrarse arrepentido. «Yo fui el primero y ahora hay miles de hombres siendo acusados».
Su abogada principal, Donna Rotunno, pidió al juez que aplicase la pena mínima de cinco años porque Weinstein fue muy exitoso profesionalmente, hizo grandes donaciones a obras de caridad, sufre de problemas de salud y roza casi los 70 años.
Incluso con la pena mínima «es muy posible que Weinstein no viva hasta el final» de su sentencia, dijo.