Extrañas tradiciones navideñas

Bañarse en agua helada o colocar telarañas en el árbol de Navidad son algunas formas peculiares de celebrar estas fiestas. te decimos algunas de las costumbres navideñas más curiosas

Decorar el árbol de Navidad, cantar villancicos, representar el portal de Belén con figuritas de porcelana o sentarse con familiares y amigos alrededor de la mesa son las formas más habituales de celebrar las fiestas navideñas. Sin embargo, en algunos lugares, durante estos días se llevan a cabo tradiciones muy particulares.

Uno de esos países es Alemania, donde darse un chapuzón en agua helada ya se ha convertido en costumbre. El 25 de diciembre, un grupo de intrépidos alemanes se sumerge en las gélidas aguas del lago Orankesee, en las inmediaciones de la capital del país. Se trata de los miembros del club Berlin Seals, célebres por protagonizar semejante hazaña año tras año.

Más al sur, las aguas del mar Mediterráneo no llegan a ser tan frías como las de los lagos alemanes, pero en pleno mes de diciembre sumergirse en ellas puede ser cualquier cosa menos agradable. No obstante, el día de Navidad, la ciudad de Barcelona, en España, celebra la Copa Nadal de Natación. Esta prueba, que tiene más de cien años, consiste en nadar 200 metros en aguas del Puerto de la ciudad.

Allí se dan cita todo tipo de bañistas, desde aquellos que tienen como objetivo hacer el mejor tiempo en la prueba, hasta quienes se lanzan al agua ataviados con disfraces navideños. En cualquier caso, se ha convertido en un evento imprescindible cada 25 de diciembre.

La primera edición de la Copa Nadal se llevó a cabo en 1907. Desde entonces, “la prueba se ha realizado cada año, con la excepción de 1937 y 1938, cuando no se pudo celebrar a causa de la Guerra Civil Española”, explica el Club de Natación de Barcelona, entidad organizadora de la competición.

Además de la Copa Nadal, en Cataluña, región ubicada al noreste de España, existen otras tradiciones navideñas muy características. Una de ellas es el Caga Tió (el tronco que hace caca), que consiste precisamente en un tronco al que se le colocan dos patas delanteras y se le pinta una carita sonriente. El Caga Tió está ataviado con un gorro de color rojo típico de las tierras catalanas, y tapado con una manta para que no se resfríe.

Suele llegar a los hogares es unas dos semanas antes de Navidad y, durante ese tiempo, los más pequeños de la casa le alimentan con frutos secos, con piel de naranja o incluso con la comida que ha sobrado en sus propios platos. Todos estos alimentos desaparecen cuando los niños no están delante, porque “se los come” el Caga Tió. Es importante que el tronco coma bien porque, cuanto mejor alimentado esté, más generoso será.

La noche del 24 de diciembre, la familia se coloca alrededor del Caga Tió y los niños le golpean con un bastón mientras cantan una canción popular. Por debajo de la manta el tronco va “cagando” dulces y pequeños regalos. Todo termina cuando el Tió “defeca” un diente de ajo, un huevo, un arenque o algo similar, lo que indica que el tronco no dará más dulces hasta el próximo año.

En esta región, las tradiciones escatológicas tienen un papel muy destacado en las celebraciones navideñas. Sus portales de Belén, además de contar con la virgen María, San José, el niño Jesús y los siempre presentes pastores, esconden una sorpresa.

Oculto tras un árbol, un puente o alguna construcción se halla el “caganer”, una figura que hace sus necesidades en tan emblemático escenario y del que se hace, año tras año, la figura de personajes relevantes. No se salvan de su peculiar muñeco personajes como la Reina de Inglaterra, todo tipo de políticos, cantantes como Shakira, o los futbolistas de moda.

ARAÑAS Y TELARAÑAS

Otra costumbre no menos curiosa es la de colocar una telaraña en el árbol de Navidad. En Ucrania, los árboles típicos de estas fiestas, además de estar decorados con todos los elementos habituales, suelen tener una araña con su telaraña, por supuesto artificiales.

Según cuenta la leyenda, una viuda que no tenía suficientes recursos para decorar su árbol, se mantuvo despierta toda la noche hasta que halló una araña que lo embelleció tejiendo en él su tela. Así, para los ucranianos, la araña en el árbol navideño es símbolo de buen augurio.

También puede resultar llamativa la tradición de esconder las escobas en Nochebuena. En Noruega, la noche del 24 de diciembre se celebra con una cena familiar donde se abren los regalos. En ese momento, todas las escobas de la casa deben estar escondidas pues, según las antiguas creencias, esa noche salen las brujas y los trasgos, que podrían robar las escobas para montarse en ellas.

Y desde Noruega nos vamos a Serbia, donde los regalos en estas fechas se intercambian de una manera muy característica. De hecho, en este país los presentes navideños no se cuentan entre sus tradiciones.

No obstante, los tres domingos anteriores al día de Navidad se celebran las fiestas de Detinjci, Materice y Oci, es decir, el día de los niños, de la madre y del padre respectivamente, donde los regalos tienen un papel muy destacado.

El primer domingo de los tres, el padre y la madre atan las piernas a sus hijos con un cinturón, una cuerda, una bufanda u otro objeto similar y estos tienen que pagar un “rescate”, en forma de regalos, para poder quedar libres.

El domingo de Materice son los hijos quienes atan los pies a su madre, quien les da presentes para ser liberada, y lo mismo les ocurre a los padres durante la mañana de Oci, el domingo inmediatamente anterior al día de Navidad. Aunque parece que esta costumbre está quedando en desuso.

Otra tradición curiosa es la de las patinatas navideñas, en otro tiempo muy seguida en Venezuela, donde una multitud se reunía para celebrar estas fiestas surcando calles y avenidas a bordo de sus patines.

Asimismo, los venezolanos suelen escribir en un papel sus deseos para quemarlos el 20 de diciembre. Ese día, además, se hace limpieza en casa para “desprenderse de todo lo malo”.

Otro ritual muy característico de Venezuela, Chile y otros países latinoamericanos es salir el 31 de diciembre a caminar por la calle o a dar una vuelta a la manzana con una maleta y con dinero en la mano. Se cree que así, el siguiente año será próspero, y durante su transcurso abundarán los viajes.

Relacionado