En todas las áreas comunes de este departamento encontramos jarrones de cristal repletos de flores blancas como el accesorio clave
Un refinamiento intemporal sobresale en la decoración de este amplio apartamento. En las áreas comunes se ha optado por una paleta de tonos fríos ?grises azulados y blancos?, tanto en las paredes como en los muebles. El resultado es un ambiente que comunica serenidad y una agradable sensación de oasis donde refugiarse después de un día inmerso en el ir y venir citadino. Entre los accesorios que han sido escogidos se destacan los cilindros de cristal, que abundan con diferentes flores blancas, las cuales contribuyen a realzar la elegancia del lugar.
Los paneles de acero con estampado de arabesco que se han instalado en algunas paredes aportan un toque de refinamiento. ¿Detalles muy llamativos? Las lámparas con hilos de cristal en forma de cascadas, que inyectan movimiento al espacio.
Para mayor privacidad, una puerta de cristal templado separa la cocina del comedor.
Mientras en las áreas comunes predominan el blanco y los colores claros, en el dormitorio la paleta se oscurece con el fin de crear un ambiente mas dramático. El original diseño de la lámpara crea una cascada de luz en el dormitorio.
El uso de losas de cristal en colores chocolate y dorado ayuda a proyectar un aire de lujo en el baño.
En esta cocina se observa el uso inteligente de objetos prácticos, al transformar en elementos decorativos los frascos de cristal en los que se guardan pasta, azúcar, café, harina, etc. La campana de acero encima del florero establece un diálogo con el delicado panel vertical en la pared. Este ha sido instalado junto al nicho donde están colocados los frascos.
