¡El príncipe Harry se niega a quedarse calvo!
Harry se sometió a un tratamiento en una clínica de Londres para mejorar la densidad de su cabello poco antes de abandonar Reino Unido.

Harry se sometió a un tratamiento en una clínica de Londres para mejorar la densidad de su cabello poco antes de abandonar Reino Unido junto a su esposa e instalarse en Canadá.
Parece que Meghan Markle no solo le ha contagiado al príncipe Harry su pasión por la vida sana y el ejercicio, sino que también lo ha puesto al corriente de los tratamientos estéticos que triunfan entre sus antiguos compañeros de profesión.
Según afirma ahora el periódico The Sun, el nieto de Isabel II se animó a visitar el año pasado el centro Philip Kingsley Trichological, una exclusiva clínica capilar para someterse a un tratamiento contra la calvicie.
La propia duquesa de Sussex recurrió a esos mismos especialistas para lucir lo mejor posible antes de su boda de 2018.
Era obvio que la presencia de Harry en las instalaciones no pasó precisamente desapercibida, pero soportar ese revuelo valió la pena, ya que la mejora en la densidad de su cabello, en especial a la altura de la coronilla, resulta evidente.
La velocidad con que el royal de 35 años estaba perdiendo pelo se multiplicó tras su matrimonio, algo que estaría relacionado con el estrés al que estuvo sometida la pareja por el escrutinio mediático que finalmente los llevó a abandonar Reino Unido y sus funciones como miembros de la familia real británica.
Sin embargo, todo apunta a que él se resiste a seguir el mismo camino que su hermano mayor William, que hace ya años que se rapó la cabeza tras aceptar que se había quedado calvo.