Andrea Casiraghi, ¿el soberano ideal para Mónaco?

Andrea Casiraghi

El heredero del principado de Mónaco es, por el momento, el hijo mayor de la princesa Carolina. Casado con Tatiana Santo Domingo, a la pareja no le interesa el protocolo

Imaginar a Andrea Casiraghi y a la heredera de origen colombiano Tatiana Santo Domingo como posibles príncipes reinantes de Mónaco es difícil. A muchas personas les cuesta pensar que esta pareja con aire hippie, muy moderna y sin el menor interés en el protocolo, puedan estar al frente del diminuto y antiquísimo principado de Mónaco, cuyas ceremonias son tan tradicionales y conservadoras.

El futuro de Mónaco es muy incierto. ¿Qué pasará?, se preguntan los que hubieran querido ver a la princesa Carolina (¡la primogénita!) como heredera del trono. Y es que hay rumores de infelicidad en el matrimonio del príncipe Alberto y Charlene. Después de la boda el 2 de julio de 2011, en que la novia no paró de llorar con una expresión acongojada y se vio al serio (y poco cariñoso) novio regañándola y ordenándole que “dejara de llorar” (¡un experto “leyó" los labios de Alberto en los videos posteriores a la ceremonia!), nos quedó la sensación de que era un comienzo raro para una gran boda real. Y ahora, dos años y medio más tarde y sin el anuncio de embarazo, los rumores de que el matrimonio “es un desastre” abundan.

Aunque en muchas ocasiones tiene que representar sola a Mónaco, pues su marido no la acompaña, la princesa Charlene ha tratado de hacerlo lo mejor posible y el pueblo admira su deseo de agradar, pero la actitud indiferente y casi lejana de su flamante marido no ayuda. Alberto, quien al parecer prefiere a las chicas con más chispa y más exóticas -como la africana Nicole Coste, la azafata nativa de Togo, quien es madre de su hijo Alexander- actúa junto a Charlene como el hombre más desenamorado del planeta. La princesa parece perdida en el mundo del protocolo donde se ha metido. Siempre luce nerviosa, como si estuviera a punto de echarse a llorar. A veces se acerca a su esposo, lo mira con amor y él le sonríe, pero sin una gota de pasión. ¿Por qué se casaron? ¡Es muy tarde para especular, pero es la razón de que se hable cada vez más de Andrea y de Tatiana!

Andrea Casiraghi, el hijo mayor de Carolina de Mónaco con el fallecido italiano Stefano Casiraghi, fue nombrado por el fallecido príncipe Rainiero como heredero de la corona del principado en caso de que Alberto no tenga hijos dentro de su matrimonio. Si el príncipe y Charlene no tienen un hijo, Andrea y Tatiana, quienes dicen que “detestan el protocolo y aman llevar una vida muy privada”, no serán los herederos ideales. Si la ley monegasca permitiera reinar a las mujeres, la corona hubiera ido sin discusión a Carolina, la mayor de los tres hijos de Rainiero y Grace de Mónaco; Alberto es el segundo de ellos y Estefanía es la más joven.

Pero de momento, Andrea, de 29 años, y su pequeño hijo Sacha, de acuerdo con los deseos de su abuelo, el príncipe Rainiero, ocupan el segundo y el tercer lugar en el orden de sucesión al trono. Es posible que cuando Alberto, quien pronto cumplirá 56 años, deje de reinar, le toque el turno al que será entonces un Andrea más maduro, excepto si antes Charlene tiene un hijo varón. Alberto tiene dos hijos nacidos fuera del matrimonio, que él reconoció legalmente como suyos, pero no tienen derecho a ocupar el trono. Jazmín Grace Grimaldi, de 21 años, hija del príncipe con la estadounidense Tamara Rotolo, quien de acuerdo con la ley monegasca sí será una de las herederas de la enorme fortuna de Alberto, estudia en la Universidad de Fordham, en Nueva York. En 2012 asistió con su padre y su madrastra Charlene a la fiesta anual de la Princess Grace Foundation. Hay quienes comentan que el pequeño Alexander, de 10 años y también heredero de la fortuna de su padre, debería tener derechos dinásticos, pues el príncipe Alberto lo ve a menudo y tiene delirio con él.

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