Diana, sus intimidades ¡al rojo vivo!

  • Facebook
  • Twitter
  • Tumblr
  • Email

Ken Wharfe, el guardaespaldas de la princesa Diana, actualiza el libro “Diana, Closely Guarded Secret” con nuevas e impactantes revelaciones...

Podía ser una mujer difícil, pero las provocaciones y sufrimientos que Diana de Gales enfrentó en su matrimonio hubieran sido insostenibles para otra mujer tan joven y sin experiencia como ella?. Estas son las palabras del inspector de Scotland Yard Ken Wharfe, su amigo y leal guardaespaldas, quien durante siete años protegió a la princesa y estuvo a su lado en los momentos más difíciles de su vida.

En una reciente reedición de su polémico libro Diana, Closely Guarded Secret, actualizada con nueva información, Ken Wharfe (quien según se comentó, había estado enamorado de Diana) ha dicho que ?es hora de rendir homenaje a la princesa diciendo toda la verdad de su vida?.

Según Wharfe, Diana se había enamorado del príncipe Carlos como una colegiala inocente cuando se conocieron, y fue muy triste ver cómo la infidelidad de su marido con Camilla Parker-Bowles le destrozó la vida. Aunque todos los empleados del príncipe sabían perfectamente que él y Camilla eran amantes de nuevo y usaban la casa de campo de Highgrove para continuar su affair, como siempre ocurre con las esposas engañadas, ¡Diana fue la última en enterarse!

Lo más cruel es que Camilla y sus amigos no respetaban a Diana, se burlaban abiertamente de su ignorancia, de su forma de vestir y de su falta de cultura, la llamaban histérica y se reían de su forma aniñada de hablar. Y aunque pareciera increíble, el príncipe muchas veces se unía a las burlas.

Es cierto que Diana estaba con Carlos en una fiesta en casa de Annabel Goldsmith, y al encontrarlo solo con Camilla en un pequeño salón, los confrontó y, a gritos, le dijo a Camilla (muchos la oyeron) que dejara solo a su marido. También añadió: ?Siento que obviamente estoy en el camino de ustedes y debe ser un infierno para los dos, pero sé todo lo que está sucediendo. No me traten como a una idiota?.

La reacción del príncipe fue ponerse furioso con su mujer, quien salió llorando del salón, ¡y allí empezó el distanciamiento de la pareja! Según Wharfe, Diana, ?que no era una mujer fuerte, como requería el mundo de cinismo e hipocresía en el que se había metido, confió en mí, y me hablaba de sus ansiedades y fuertes emociones?. A pesar del disgusto, aquella noche la pareja real dejó la fiesta junta, y en el auto, mientras lloraba desconsoladamente, Diana le preguntaba una y otra vez a Carlos: ?¿Cómo puedes hacerme esto?, ¿cómo puedes humillarme de esta forma??. El guardaespaldas lo oía todo y asegura que Carlos no dijo una sola palabra, ?como si Diana no estuviera hablando?.

FOTOGALERÍA: Diana y sus momentos en la realeza

Wharfe escribió: ?Ella era una joven esposa y madre, que quería desesperadamente ser amada por su marido. El príncipe Carlos no es un mal hombre, pero la manera de tratar a su esposa aquella noche fue imperdonable?. De ahí en adelante, Diana no abandonó la batalla por el afecto de su marido, pero un día me confesó que ya no tenía fuerzas para luchar más?. Y empezó a tener sus propios affairs , que eran ?una reacción de venganza y un grito para llamar la atención de Carlos?.

El príncipe, celoso de la popularidad de Diana (e instigado por Camilla), le recriminaba que se ?robaba? la atención de la prensa, cuando debía tenerla él, puesto que era el heredero de la corona, y le decía: ?Basta ya de jugar a la glamour girl?. Ella le respondía enojada: ?Vete al jardín a hablarles a tus plantas. ¡Si tus hijos y yo fuéramos tan importantes como tus flores...!?. E

n 1990, cuando Carlos se fracturó el brazo jugando polo, Diana enseguida fue a verlo al hospital, pero él le pidió que se fuera, porque Camilla estaba en camino. Días después, Camilla mudó sus objetos personales a Highgrove para cuidar al príncipe, y este, que detesta el cigarrillo, ?incluso le permitía fumar en la casa, porque nunca pudo decirle ?no? a su amante?.

La relación de Diana con la familia real alcanzó su punto más bajo y solo en la princesa Margarita ?contrario a lo que se había dicho hasta ahora? encontró comprensión y cariño. Pero la princesa cada día se hacía más independiente y hasta a Wharfe le era difícil controlarla.

En 1992, a punto de separarse, la reina Isabel II les ordenó hacer un viaje por el mar Egeo y aquello fue un desastre, porque Carlos pasaba horas hablando por teléfono con Camilla. Lo más triste es que ?los niños adoraban a su madre y se preocupaban mucho cuando la veían llorar, y cuando no sabían dónde estaba pensaban que le había pasado algo. Era muy triste y la atmósfera en aquel yate fue muy tensa?.

Según Wharfe, Diana le dijo: ?Ken, su familia no me entiende. Todos piensan que estoy loca y están con él, a pesar de que saben que está en el teléfono con la Rottweiler (así llamaba la princesa a Camilla) todo el día. Este viaje es una farsa, patético... Es un infierno flotante?.

El sufrimiento de Diana la descontroló. Su fracasado romance con el capitán James Hewitt, de quien se enamoró con locura, la empujó a actuar de una forma equivocada, como fue la muy pública aventura con Dodi Al-Fayed aquel verano fatídico que terminó cuando los dos murieron en un accidente automovilístico, en el puente de Alma en París.

?Una de las muchas cualidades de Diana era que tenía un gran corazón y amaba cuidar a los demás. Le encantaban las labores domésticas, y cuando estábamos de vacaciones en la vieja casa de su madre, le gustaba lavar los platos después de la cena. En una ocasión se ofreció incluso para planchar mis camisas?, cuenta Wharfe. ?Una vez lo hizo, envuelta solo en una toalla, porque acababa de bañarse, y el príncipe William, de repente, tiró de la toalla y esta cayó al suelo, dejando desnuda delante de mí a la esposa del heredero del trono. Diana recogió la toalla, se cubrió y los tres nos echamos rápidamente a reír?.

Frances Shand Kydd, la madre de Diana, aunque se ha escrito lo contrario, fue muy cariñosa con su hija, y sus nietos William y Harry la querían mucho. ?Ella sabía los problemas de su hija con su yerno, pero animaba a Diana a luchar para salvar su matrimonio, porque sabía que ella todavía amaba a Carlos y también por el bien de William y de Harry. Frances, más que nadie, sabía lo triste que era para los hijos un divorcio trágico e hizo todo lo que pudo para luchar por la felicidad de sus nietos. Su sabiduría, su experiencia y su bondad estaban siempre a la disposición de Diana?.

Lo peor que hizo la familia real fue ?acusar a la princesa de utilizar a los enfermos y desposeídos para reforzar su imagen?, explica Wharfe. ?Yo sé muy bien que aunque ella hubiera preferido quedarse en casa jugando con sus hijos, sentía un profundo sentido de responsabilidad y compasión por los hombres y mujeres del pueblo, que esperaban durante horas para verla, y eso mismo les enseñó a sus hijos?. Ningún miembro de la familia real había visitado antes a enfermos de SIDA o a pobres desamparados en las calles, y les molestaba que Diana lo hiciera?. Se ha sabido ahora que muchos enfermos la insultaban y desconfiaban de ella cuando los visitaba, pero Diana no se asustaba y seguía adelante. ?Quiero que mis hijos entiendan las dificultades de otros menos afortunados que ellos?, decía. Una lección que William y Harry nunca han olvidado.

Pero todas sus frustraciones estaban dirigidas a Camilla, quien seguía burlándose de Diana cada vez que podía. ?Su antipatía por esa mujer fue muy negativa, y a pesar de que ella también había sido infiel en su matrimonio, su frustración por la relación de Carlos con Camilla la volvía loca?.

¿Un dato curioso del nuevo libro? Que en una visita a Mallorca, Diana le confió a Ken que su anftrión, el rey de España, parecía demasiado amistoso. ?Juan Carlos es encantador, pero muy ?táctil?. Se lo dije a mi esposo y me dijo que soy una tonta. Sé que es absurdo, pero estoy segura de que le gusto al rey?... Wharfe comentó: ?Todavía no sé si ella estaba bromeando, porque su sentido del humor podía ser malévolo?.

Respecto a su relación amorosa con James Hewitt, ?Diana lo conoció a principios de 1986, y se notaba que lo adoraba. Carlos estaba con Camilla Parker-Bowles, y destrozada por la traición de su marido, la princesa estaba lista para una aventura. Hewitt, un mujeriego, le dio la atención y el afecto que ella necesitaba, y la pasión que tanto anhelaba?.

Los rumores sobre la paternidad del príncipe Harry herían mucho a Diana. ?Qué tontería, y todo porque es pelirrojo, lo que es herencia 100% de los Spencer?, dijo Diana. Harry nació el 15 de septiembre de 1984, lo que significa que fue concebido alrededor de la Navidad de 1983, cuando su hermano William tenía 18 meses de edad. Diana conoció a Hewitt en el verano de 1986.

Carlos sabía lo que estaba sucediendo, pero prefería que Diana fuera feliz y no lo molestara. ?La pareja generalmente se reunía en la vieja casa de campo en Devon, hogar de Shirley, la madre de Hewitt. A menudo yo era chef, además de guardaespaldas, y mientras estaba en la cocina, veía a la princesa y a James acurrucarse en el sofá, bebiendo vodka con jugo de naranja. Yo dormía en un catre o en el sofá, y a las 8:30 a.m. Hewitt y su madre preparaban el desayuno y dejaban a la princesa dormir un poco más?, explica el guardaespaldas.

?Su carácter impetuoso y generoso a veces le hacía abandonar el sentido común. Me horroricé cuando la princesa me dijo que Hewitt, siempre corto de dinero, le había insinuado que quería un coche deportivo nuevo, pero que ella no podía comprárselo, aunque le regaló un maletín con 30 mil dólares en efectivo?.

Cuando en el otoño de 1989 James Hewitt se fue a Alemania durante dos años, la princesa lo echó mucho de menos y constantemente le enviaba cartas y regalos; pero Diana necesitaba a alguien cerca de ella y el romance se enfrió. Después tuvo otros romances, pero, curiosamente, ?el amor no era lo más importante de su vida, sino su vida ayudando a los demás?.

James Hewitt fue con su regimiento a Arabia Saudita, y Diana le escribía cada día y le enviaba regalos de Fortnum & Mason con botellas de whisky.? Cuando Diana murió, el 30 de agosto de 1997, James Hewitt publicó esas cartas y la historia de su romance, pero el pueblo inglés ?por amor y lealtad a la princesa? rechazó sus intentos de hacerse famoso y le dio la espalda.

FOTOGALERÍA: Diana y sus momentos en la realeza

NO TE PIERDAS: El recuerdo de la princesa Diana

  • Facebook
  • Twitter
  • Tumblr
  • Email
Relacionado