Isabel II, reina de los broches

Isabel II

Son el sello distintivo de Isabel II y, ya sean heredados o diseñados especialmente para ella, su colección es bastante extensa y ecléctica

Con tiaras y collares que han ganado reputación internacional, no hay duda de que la reina Isabel II de Inglaterra tiene una colección de joyas impresionante. Sin embargo, si hay una prenda que verdaderamente distingue a la soberana (además de sus incondicionales y siempre presentes collares y aretes de perlas) son los broches. Es raro verla sin uno sobre su vestido o abrigo, y hábilmente los combina con su ropa para resaltar sus colores y lograr transmitir una imagen de mayor o menor solemnidad. Diamantes, rubíes, zafiros... las gemas son espectaculares, y aunque las formas son bastante eclécticas e incluyen tanto piezas heredadas de reinas anteriores como diseños especialmente concebidos para ella, Isabel II también parece tener sus broches favoritos y los repite con frecuencia, quizás porque van mejor con su estilo o albergan algún significado especial. Aquí, algunos de sus más bellos y un poco de la historia detrás de ellos.

Broche Williamson

Tiene en el centro un excepcional diamante rosado, de 23,6 quilates, descubierto en una mina de Tanzania. El geólogo canadiense John Williamson le regaló el diamante a la entonces princesa Isabel en 1947, en ocasión de su boda, y Cartier diseñó el broche en forma de flor, en 1953. La reina lo usó en las bodas de sus hijos, los príncipes Carlos y Eduardo. Más recientemente la hemos visto llevarlo en su encuentro con el emir de Kuwait en el castillo de Windsor en el 2012 y en las carreras de caballos de Ascot.

Clips de aguamarinas

Este conjunto de broches art déco fue un regalo que Isabel recibió de sus padres cuando cumplió 18 años. Hechos con aguamarinas y diamantes, los broches fueron creados por Boucheron con ese estilo de clip muy popular en los 1940. La reina los adora y los usa tanto en ocasiones menos formales, como el recibimiento del premio que le otorgó la BAFTA en abril y la apertura de la nueva unidad de MRI del hospital Queen Elizabeth en febrero de 2013, como en celebraciones oficiales (el Jubileo del Diamante, en el 2012).

Los Cullinan

Son broches creados con varias de las nueve piezas en las que se dividió el gran diamante Cullinan, el mayor encontrado en el mundo.

1. CULLINAN III Y IV: Afectuosamente llamado “los cristalitos de la abuela”, este broche originalmente perteneció a la reina María y contiene el Cullinan III, un diamante de 94,4 quilates en forma de pera, que cuelga del Cullinan IV, de 63,6 quilates, cortado en forma cuadrada. La reina Isabel II heredó esta pieza de su abuela en 1953 y hoy es el broche más cotizado del mundo. A causa de su sustancial peso, no es muy fácil de llevar y la reina solo lo usa en ocasiones muy exclusivas, como la culminación de las celebraciones del Jubileo de Diamante en el 2012.

2. CULLINAN V: La reina María mandó a montar este diamante, que pesa 18,8 quilates, sobre una fina red de platino que imita una inusual y espectacular forma de corazón. Fue diseñado para ser usado de muchas formas, porque su centro desprendible puede ser anexado a otras piezas. Después de la muerte de la reina María, Isabel lo heredó y es su pieza favorita dentro de los diamantes Cullinan. La reina lo ha llevado en infinidad de ocasiones, incluyendo los servicios religiosos por el Royal Maundy, celebrados en Liverpool.

3. CULLINAN VI Y VIII: La parte superior de este broche incluye el Cullinan VIII, un diamante con corte esmeralda de 6,8 quilates, que la reina María mandó a montar en un broche de platino similar al Cullinan V. Aunque la reina lo lució mucho en su juventud, ya no lo lleva tanto. Una de las últimas veces que se le vio fue durante su visita a Jamaica en el 2002.

FOTOGALERÍA: LA COLECCIÓN DE BROCHES DE LA REINA

Dalia dorada

Fue mandado a hacer a la casa de joyas Garrard a inicios de los años 70. Está hecho de oro enforma de dalia, con el centro y los pétalosadornados con 31 diamantes. La piedra mayor está en el medio, rodeada de otras más pequeñas. La reina siempre suele llevar este broche con vestidos de colores neutros, comoel que lució en marzo pasado durante su visitaa la estación de Baker Street, para celebrar los 150 años del metro de Londres.

La estrella Jardine

El broche Jardine Star es uno de los más usados por la reina en los últimos años. Fue un regalo que recibió de lady Jardine en 1981 y consiste en una estrella de ocho puntas, separadas por ocho diamantes, que parten de una gema central. Lo llevó en una reciente visita a Sunderland y durante el nombramiento del nuevo barco Queen Elizabeth II.

El nudo del amante

Fue el broche que eligió la reina para asistir al banquete oficial que le ofreció el presidente George W. Bush en la Casa Blanca, en el 2007, en Washington D.C. y también para la boda del príncipe William con Kate Middleton. Originalmente perteneció a la reina María, quien lo adquirió de la casa Garrard a inicios de 1930. Los diamantes están engarzados en una base de oro y plata que forma un tipo de lazo que no se deshace, conocido como “el nudo del amante o el nudo del amor verdadero”.

El lazo de Victoria

En realidad se trata de un conjunto de tres lazos que contienen más de 506 diamantes. Fue la reina Victoria quien le pidió a la casa Garrard que hiciera los broches en 1858 y, desde entonces, han ido pasando de reina en reina. Aunque las soberanas anteriores solían llevar los tres lazos juntos, Isabel siempre lleva uno solo. Así lo hizo en el funeral de la exprimera ministra británica Margaret Thatcher y durante su más reciente participación en la final de polo de la Copa de la Reina de Cartier, el pasado junio.

Cesta de flores

Este broche se lo regalaron sus padres en 1948 por el nacimiento de Carlos. Lo usó para la primera foto oficial del príncipe y ha seguido llevándolo desde entonces con sus más coloridos abrigos, como el azul que vistió en los juegos olímpicos y el fucsia que llevó en su visita a Leicester.

Príncipe Alberto

Con un gran zafiro rodeado de 12 diamantes, este fue el broche que el príncipe Alberto le regaló a la reina Victoria el día antes de su matrimonio. Victoria lo usó en su boda junto con uno de sus espectaculares collares y aretes de diamantes, e instruyó en su testamento que fuera heredado por todas las reinas que le sucedieran. A Isabel le encanta y lo ha usado en eventos importantes, incluyendo el bautizo del príncipe William, en 1982; en las carreras de caballo Ascot del pasado junio; su visita al Samuel Whitbread Community College, en el 2006, y el Garden Party celebrado en el castillo de Balmoral, en el 2012.

FOTOGALERÍA: LA COLECCIÓN DE BROCHES DE LA REINA

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