El fin de semana pasado, la duquesa de Sussex hizo una aparición sorpresa junto al príncipe Harry para una reunión con dos equipos de béisbol estadounidenses , los icónicos Red Sox de Boston y los Yankees de Nueva York, que se enfrentaban en el histórico primer juego de las Grandes Ligas de Béisbol dentro del marco deportivo de los Juegos Invictus en London Stadium, para promover la Invictus Games Foundation, dedicada a los veteranos de guerra. Antes se había especulado que, como el año pasado, asistiría con Kate Middleton a alguno de los partidos del torneo de tenis Wimbledon y, concretamente, para apoyar desde las gradas a su buena amiga Serena Williams . Y eso sucedió a medias, ya que Meghan sí estuvo este jueves en las canchas del renombrado torneo de tenis el día en el que Williams jugó, pero sin la duquesa de Cambridge, sino con dos de sus mejores amigas de la universidad, Lindsay Roth y Genevieve Hill, quienes podrían estar de visita en Inglaterra para el bautizo de Archie , que se prevé para el sábado 6 de julio.
El look
Como era de esperarse, el estilo de Meghan Markle fue analizado de pies a cabeza. Al tratarse de una ocasión casual, la exactriz eligió un estilo relajado compuesto por jeans, un blazer de rayas, de L’Agence, una camiseta negra y zapatos de tacón negros.
Como accesorios, completó con unos pendientes de Pippa Small, unas gafas de sol, de Finlay Lodon, y un sombrero tipo Panamá, de Madewell, el cual llevó también el año pasado, pero por cuestiones protocolares del torneo no pudo usar, ya que no está permitido para no tapar la visibilidad de los espectadores; sin embargo, Meghan rompió este protocolo y sí lo usó en algún momento durante el partido.
Su encantadora y nueva adquisición en joyería
Además de su look, hubo un detalle que llamó la atención y que no se le había visto con anterioridad. Se trata un collar con un dije con la letra “A”, la cual hace referencia a su pequeño Archie , y que seguramente se ha convertido en una de las piezas de joyería más significativas para ella.
El accesorio es de la firma de Jennifer Meyer, y algunos medios informan que fue un regalo de la diseñadora de joyas para Meghan.