El conocido chef aseguró que sería una cena simple y mediterránea
Los príncipes Alberto II y Charlene de Mónaco se volvieron a dar el “sí" en el matrimonio religioso que se celebró en el patio de honor del Palacio del Principado. Después, unos 450 invitados pasaron a la Ópera Garnier donde se ofreció una cena de gala.
Fue ahí que el chef francés Alain Ducasse, quien reside en Mónaco, le entregó su regalo de bodas a los recién casados: un menú especial preparado con productos locales sembrados especialmente para la ocasión. Será una comida “simple y con todo el gusto del Mediterráneo”, dijo Ducasse hace algunos días.
Como aperitivo se sirvió barbagiuan, una especialidad monegasca de hojaldre. Los pequeños vol-au-vent estuvieron rellenos con espinaca o puerro. El plato principal fue un Copeaux de poutargue, légumes de Roc Agel, una preparación de pescado y verduras. El postre fue helado con azúcar morena, hecho con leche ordeñada de las vacas de Roc Agel, la finca del principado.
Para beber, Chardonnay de Sudáfrica y champagne de las mejores cosechas de Perrier-Jouët.