Para ir a la playa, las que no se sujetan al talón pueden ser cómodas, pero no lo son para caminar
La Asociación Americana de Podología Médica ha advertido que las sandalias que no se sujetan en el talón no son lo más recomendable para los pies debido a que, al no permitir llevarlos bien sujetos, impiden el equilibrio y aumentan el riesgo de caídas, cortaduras o problemas de circulación.
Según un reciente estudio de la Universidad de Auburn, Estados Unidos, estas sandalias (las más populares son las que se sujetan con una tira metida entre el primer y segundo dedos del pie) están contraindicadas para personas con pies planos o con mucho arco y, para aquellas con diabetes y mala circulación. La gente que las lleva da pasos más cortos, fuerza más el tobillo al andar y sufre más dolores en las extremidades inferiores que quienes usan un zapato cerrado, que se adapta mejor al pie.
Los expertos que llevaron a cabo el estudio indican que no se puede realizar con ellas ningún tipo de actividad física, ni siquiera cortar el césped, y que muchas veces se producen heridas entre los dedos donde roza la tira. «Pueden ser cómodas para ir a la playa, pero no para caminar durante largo rato. Para esto último, lo ideal es que el pie esté sujeto por el talón», aconsejan los expertos de la citada universidad.