La bella y cálida República Dominicana

La bella y cálida República Dominicana

Esta bella isla en el Caribe es más que playas, merengue y ron.

Enero 26, 2011

Merengue, ron, playas de aguas cristalinas y sol brillante, gente cálida, mezcla de culturas... Esto y más es la bella Rapública Dominicana.

Esta isla, conocida como La Española, comparte territorio con Haití y es la segunda isla más grande del Archipiélago de las Antillas.

Si pensáramos en República Dominicana, seguro que lo primero que viene a la mente son las playas paradisiacas y sus magníficos resorts, pero además de ello, tiene mucho más que ofrecer. Su capital, Santo Domingo de Guzmán, fundada en 1496, fue la primera ciudad del Nuevo Mundo, y abre las puertas a la ruta monumental, con su zona colonial declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Quienes visiten este cálido y alegre país, pueden pasar una estancia con todo tipo de lujos en uno de los exclusivos complejos turísticos, situados principalmente en Punta Cana, pero si, por el contrario, buscan un poco más de aventura, la isla ofrece diversas mezclas culturales, parajes naturales y personalidad que vale la pena explorarlo a fondo, siendo la región suroeste la zona más desconocida de la isla y la menos turística, una región deprimida económicamente pero por su diversidad de paisajes, la hacen junto a la zona de Samaná, el lugar con más encanto y magia del país.

República Dominicana es un país con muchos contrastes y, sin lugar a duda, una vez lo visites te quedaras prendado de él. Podrás además visitar el pico más alto de todo el Caribe, pasear por las primeras calles, el primer hospital, la primera universidad y la primera carretera asfaltada del Nuevo Mundo.

De la herencia española destacan los extraordinarios monumentos, testigos seculares de los primeros hechos que marcaron la historia colonial. Los taínos, habitantes de la isla en la época precolombina, dejaron sobre el territorio toda clase de objetos testimonio de un arte original y sorprendente: objetos en piel, madera, ámbar, larimar (piedra nacional), barro, etc.

Para conocer la cultura de los dominicanos es necesario descubrir la alegría de vivir, que se expresa principalmente a través de las tradiciones populares: el Carnaval, las peleas de gallos, y sobre todo, la omnipresencia del baile: el merengue. ¿Quién no lo ha bailado alguna vez en su vida?

Su gastronomía es un reflejo de las influencias españolas y africanas. Entre los platillos principales podemos encontrar el sancocho, el moro, los tostones, el asopao y ricos dulces, como el majarete o el jalao. Una gran variedad de sabores se pueden descubrir en Quisqueya, como también se le conoce y como le decían sus indios taínos.

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