Cruceros de aventura

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Dos fascinantes recorridos por Suramérica

Los cruceros de aventura son una de las tendencias más apasionantes del mundo del turismo. En Suramérica podemos conocer lugares fascinantes con seguridad y comodidad, y entre sus muchas opciones hay dos viajes que me encantan y que están muy de moda: el recorrido en barco por el río Amazonas y la ahora muy trendy excursión a las islas Galápagos, en Ecuador, donde recientemente estuvieron Brad Pitt y Angelina Jolie . ¿Lo principal para disfrutar de esas vacaciones? Usar operadores de tours especializados y con sólida reputación, como Abercrombie & Kent, Aqua Expeditions, Metropolitan Touring, Galapagos Excursions y otros que están asociados con Virtuoso.

¡RECORRE EL RIO AMAZONAS!


Aunque hay muchos barcos que cruzan el Amazonas -incluyendo el Iberostar Grand, que sale de Manaos, en Brasil-, me gusta Aqua Expeditions porque ofrece dos de lujo: Aqua y Aria, que recorren el Amazonas en cruceros de 3, 4 y 7 días, y tienen capacidad para entre 24 y 32 viajeros. Podrás ver la flora y la fauna más fascinante, y vivir momentos increíbles, como las caminatas en la misma selva. El Amazonas es el río más largo, ancho y profundo que existe, y la cuenca del Amazonas o Amazonía es la mayor extensión de bosque tropical húmedo del mundo. Fue nombrada Patrimonio de la Humanidad.

Los cruceros salen de Iquitos, en Perú, en barcos modernos, con camarotes tipo suites con vistas panorámicas, ideales para viajar por el río con la máxima comodidad, y sus comidas son creaciones del chef peruano Pedro Miguel Schiaffino. Los diversos recorridos nos llevan a la Reserva Pacaya Samiria, en Perú, o Selva de los espejos, porque la selva y el cielo se reflejan con tal nitidez en las aguas del río, que el turista siente como si viajara por espejos infinitos. En ella hay una fabulosa flora y fauna con 449 especies de aves (¡algunas de color neón!), mamíferos, reptiles, 256 tipos de peces y otras especies en peligro de extinción, como el jaguar, el manatí, el guacamayo rojo y el delfín rosado. La Reserva también tiene poblados de comunidades nativas.

ISLAS GALAPAGOS


¿Cómo explicarles el efecto que tiene estar rodeada de leones marinos que descansan en la playa como dueños del mundo? ¿O cuando te rodean los delfines o esos pájaros de patas azules, que parecen vestir de esmoquin blanco con zapatos azules, y se tiran en el mar como dardos buscando su presa? Las islas Galápagos -que pertenecen a Ecuador- con sus tortugas gigantes, sus iguanas tan grandes como dragones y sus cangrejos enormes, que toman por asalto las rocas, son una experiencia tan fascinante, que sobrepasa las expectativas del viajero. En mi caso, nunca imaginé que me gustaría tanto este viaje. Durante una semana, el barco nos llevó a las islas más importantes, donde las tortugas compiten con las focas y con bellísimos peces, incluyendo familias de caballitos de mar.

Antes de ir en este viaje pensé: ¿podré disfrutar unas vacaciones tan “naturales”? Yo, que adoro las comodidades de la vida, ¿podré pasarla bien en un lugar donde Charles Darwin es la celebridad por excelencia? Pues las vacaciones resultaron fabulosas, ya que además de un crucero en un barco de 43 metros (140 pies) de largo, nos hospedamos unos días en el hotel Royal Palm, donde hay villas, spa y una rica cocina.

La aventura comenzó volando de New York a Guayaquil en LAN y de allí a Baltra, donde abordamos un barco que habían alquilado unos amigos. La primera sorpresa fue encontrar un gran número de yates y veleros a nuestro alrededor, pues hay muchas opciones de cruceros, en todo tipo de barcos. El nuestro tenía 8 camarotes no muy grandes, con baño privado, y un gran salón con TV y video, donde después de la cena el guía nos daba pequeñas conferencias sobre las islas. Generalmente comíamos en cubierta, y cuando llegábamos a una isla, la recorríamos durante 2 o 3 horas. Alrededor de la isla Española había tiburones y mantas. En Gardner Bay, delfines y leones marinos, y cuando bajamos a una playa, los hallamos haciéndose caricias. A lo lejos vimos volcanes y acantilados, y unas rocas en medio del mar. Así navegamos, fascinados con las puestas de sol, disfrutando de un ceviche y de una sopa de papas.

Al final del crucero, pasamos 3 días en el hotel Royal Palm, en la isla de Santa Cruz, y vimos la Estación Científica de Charles Darwin, donde crían y conservan las tortugas gigantes.

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