Miami y sus lugares de moda

Miami y sus lugares de moda

¡Una ciudad mágica que tiene de todo! Un paraíso de mar y sol, un sitio ideal para vacacionar.

Cada vez que visito las ciudades de Miami y Miami Beach las encuentro más modernas y con un ambiente más joven y fashionable. Su combinación de sol, el verde de sus cocoteros y palmas, y el azul del mar nos impacta con gran alegría, especialmente cuando cruzamos sus bellos puentes, de día o de noche, ya sea de Key Biscayne a la avenida Brickell, o atravesando la bahía de Biscayne a Miami Beach, a través de islas llenas de mansiones millonarias, barcos de cruceros y elegantes yates. Comprendo una vez más por qué todos quieren viajar a Miami y encontrar allí una esplendorosa visión de agua, cielo, cristal y acero.

Miami y Miami Beach, dos ciudades separadas por una bahía, son verdaderos “paraísos”. Paraíso del mar y los deportes acuáticos, incluyendo paseos en yates y barcos de pesca. Paraíso del golf, con campos que rivalizan en perfección. E indiscutible paraíso de las compras en fabulosos centros comerciales o malls, como el ultrachic Bal Harbour Shops (me fascinan Saks Fifth Avenue y Neiman Marcus, además de las boutiques de Carolina Herrera, Diane von Fürstenberg, Chanel, Hermès, Cartier, Dior, Bottega Veneta, Bulgari, Tiffany & Co, etc.), donde siempre almuerzo con mis amigas en La Goulue; el tropical The Falls (Bloomingdale’s está entre sus muchas tiendas); el enorme mall de Aventura; el al-aire-libre Bayside, con una vista preciosa de los rascacielos de Miami; las elegantes boutiques (Adolfo Domínguez, Jimmy Choo, Swarovski y La Perla, etc.) del Village at Merrick Park, en Coral Gables; la enorme variedad de tiendas de Dadeland (donde me encanta el restaurante The Cheesecake Factory), y los outlets de Ralph Lauren y Brooks Brothers del popular Dolphin Mall. (Un poco más lejos están los outlets del enorme Sawgrass Mills, al que tienes que dedicar todo un día.)

En el 2010 Miami es también un paraíso gourmet, con restaurantes fabulosos como Ola at The Sanctuary (¡pide sus Ostras Rodríguez!) y el nuevo D. Rodríguez Cuba (cocina cubana de altura en un gran ambiente), ambos del famoso chef Douglas Rodríguez, en Miami Beach; los divinos Señora Martínez y Michy’s (¡no te pierdas sus ricas croquetas de jamón serrano!) de la genial chef Michelle Bernstein, y el Solea en el trendy hotel W, del chef Marc Vidal (¡prueba su paella con langosta, almejas y hongos!), donde también está la sucursal de Mr. Chow, lo mismo que el muy de moda Hakkasan en el hotel Fountainebleau (un paraíso retro-glam como pocos y un mundo que personifica la ciudad de Miami Beach del 2010.

También puedes ir a los Blue Door en el chic hotel Delano, el trendy Asia de Cuba (precioso, todo en blanco) en el Hotel Mondrian, desde donde la vista de Miami es preciosa; el siempre divino China Grill, en Miami Beach; el muy de moda Michael’s Genuine Food & Drink, en el Design District; el clásico Joe’s Stone Crab, de Miami Beach y muchos otros. La zona peatonal de Lincoln Road en Miami Beach, llena de galerías y tiendas, es otra visita encantadora, donde puedes disfrutar el Café Van Dyke, tomar helados en la chocolatería Ghirardelli de San Francisco o comer riquísimo en el Meat Market. Y si te apetece la cocina cubana, te recomiendo en la calle 8 del SW La Casita (me gusta muchísimo) y el ya famoso Versalles, casi una visita turística. En la avenida 17, haz un recorrido por las galerías de pintura de la calle 8, como Agustín Gaínza y Maxoly, y admira las vírgenes del maestro Luis Molina en Molina Art (Gloria Estefan tiene una de ellas). (El último viernes del mes es “Viernes social”, una fiesta de arte y música en esta zona y una divertida experiencia.)

¿Otro lugar que me encanta y tiene música las noches de los fines de semana? Larios, de South Miami. ¿Hoteles de moda? Fountainebleau, Gansevoort South, W, Delano, Sagamore, The Setai, Ritz-Carlton South Beach, The Mondrian, The Regent Bal Harbour (tiene un spa de Guerlain), y en Miami, en la zona de Brickell, el bello Mandarin Oriental, The Four Seasons y el lujoso Viceroy, y el bello Ritz-Carlton de Key Biscayne, en plena playa y con un spa de sueño.

Atracciones como el Miami Seaquarium y el Parrot Jungle gustan a los niños, igual que los barcos que recorren Biscayne Bay (salen de Bayside, donde la comida en Los Ranchos es deliciosa) y nos enseñan las mansiones de los millonarios.

Miami ofrece un sinfín de actividades y en mi última visita alquilé un carro de Alamo (¡tiene muy buenas tarifas especiales si vives en América Latina, las que debes revisar!) y conduje de cayo en cayo, bordeando el mar, hasta Key West, donde pasé una noche ¡y comprobé que es una ciudad marinera llena de charm! También conduje una hora y media hasta Palm Beach, donde me fascinó la arquitectura de sus mansiones y del hotel The Breakers, con su aire de “aristocracia floridana”. ¿Otra opción? Tomar un crucero a las Bahamas, o al Caribe, pues los barcos más grandes del mundo salen de Miami, o Puerto Everglades, y ahora tienen fabulosos precios. También pueden pasar unos días en la zona de Orlando, con atracciones para toda la familia.

Siempre noto en los niños y en los padres que visitan Miami la misma cara de asombro y alegría que tuve cuando conocí la ciudad de pequeña y me hizo soñar. ¡Y es que sigue siendo mágica, ideal para las vacaciones!

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