Asturias, el principado verde

Asturias

Un viaje de cuatro días te permitirá disfrutar de su aire puro, su verdor, sus montañas... y su historia.

He regresado varias veces a Asturias, porque la tierra de mis abuelos paternos es tan bella, que con solo llegar allí levanta el espíritu. Me sorprende siempre su verdor, su aire muy puro y sus montañas, igual que su preciosa costa. Y Oviedo, la capital, me encantó desde el primer día, especialmente al hospedarme en el hotel La Reconquista, un palacio del siglo XVII, con un enorme patio central, decorado con antigüedades y obras de arte que nos transportan a la historia de España.

El centro de la ciudad, a pasos de las tiendas y del parque Campo de San Francisco, es mi hogar asturiano cuando paso allí unos días, como los que aquí sugiero.

DIA 1. Llegamos en avión de Madrid por la tarde, alquilamos un carro y pronto estábamos caminando por Oviedo. Los asturianos, que son muy amistosos, cuando algo es bonito, ya sean personas, cosas o hechos, dicen que es “muy guapo” o “muy guapa” (ejemplo: la catedral es “muy guapa”) y esto siempre me hace mucha gracia. Cerca del hotel entramos y salimos de tiendas y boutiques a lo largo de la peatonal calle Uría. Nos encantan sus esculturas, su gran parque, el Centro de Arte Campoamor y, como siempre me ocurre en España, el desfile de cochecitos, con los niños más lindos y bien vestidos del mundo. Es impresionante la juventud que encontramos en esta importante ciudad universitaria y la energía que notamos en la capital asturiana. A las 8 de la noche tomamos un aperitivo en un café cerca de El Corte Inglés ¡y el mundo desfiló frente a nosotros! Esa primera noche, en la cercana Casa Fermín cenamos Croquetas de jamón ibérico y Fabada asturiana. También muy ricas son las tapas y la Merluza a la sidra del popular Nalon.

DIA 2. Caminamos al cercano “casco viejo”, que es muy interesante y está bien cuidado. Recorrer el barrio viejo de esta ciudad es un encanto: está la plaza de Alfonso XII, con la catedral al fondo, y en el camino encontrarás muchas esculturas, que aparecen por todas partes (como su famosa La Regenta, cerca de la catedral), y le dan a Oviedo un toque muy original. La catedral, del siglo XIV, tiene entre sus reliquias la Cruz de la Victoria, que llevó Pelayo en la histórica batalla de Covadonga. El célebre héroe visigodo del siglo VIII llegó a ser rey de Asturias durante el período que se conoce en la historia de España como “La Reconquista”. De la catedral caminamos por muchas estrechas callecitas.

Aconsejo leer antes de llegar aquí la historia de Oviedo, la primera capital cristiana de España en el año 810, donde Alfonso II El Casto se hizo construir un palacio. En el “casco viejo” visitamos el Museo de Bellas Artes de Asturias y el palacio de Velarde del siglo XVIII; después la iglesia de San Tirso y el palacio de la Rúa, y caminamos por pintorescas callecitas hasta llegar a la Plaza Mayor, la iglesia de San Isidoro, el mercado, el palacio del Marqués de San Feliz, etc. ¡Fue un paseo encantador y a media tarde estábamos listos para una siesta! Al final de la tarde, en el carro nos fuimos a la periferia de Oviedo y visitamos las iglesias románicas de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. Esa noche cenamos unos deliciosos mariscos en La Goleta.

DIA 3. Excursión a los impresionantes Picos de Europa, las muy verdes montañas asturianas donde siglos atrás se luchó contra los moros y se ganaron famosas batallas. Después fuimos al lindo pueblito de Cangas de Onís, situado a la entrada del parque nacional de los Picos (sus muchos picos y desfiladeros son todo un paraíso para los alpinistas), zona donde estableció su corte Pelayo.

El pueblo tiene un puente romano, la iglesia de Santa Cruz, con una cruz de la Edad de Bronce, y muy cerca las Cuevas del Buxu, con dibujos que tienen ¡más de 10 mil años! Los Picos de Europa -que abarcan Asturias, Cantabria y parte de Castilla-León- se ven desde la costa, y fueron llamados así por los marineros que regresaban de largos viajes y era lo primero que veían desde el mar. De Cangas de Onís vayan al Santuario de Covadonga, para visitar a la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias.

DIA 4. Visita al pueblo familiar de Grado. Aconsejo a quienes tienen herencia asturiana un viaje en busca de sus raíces, pues es algo muy emocionante. El principado de Asturias está lleno de palacetes construidos por los “indianos” que regresaban de América con mucho dinero. También pueden ir por el día al puerto de Gijón, a solo una hora de Oviedo.

DIA 4, segunda opción. De Oviedo, vía Villaviciosa, vayan a la costa asturiana y al lindo pueblo de Lastres. Entre mar y montañas, con muchas curvas, llegamos y desde lo alto lo vemos en el mar, rodeado de acantilados. Esta zona está llena de hoteles estilo “casonas rurales” restauradas y es muy bella. De ahí tomamos la autovía a Ribadesella y después a Llanes. La costa asturiana es dramática y agreste, y la carretera bordea las montañas, que terminan sobre el mar ¡y los paisajes se hacen más impactantes! Llanes es un pueblo medieval amurallado del siglo XIII, donde debes comer unos Tortos de atún con cebollas con un “culín” de sidra. De aquí puedes continuar por Cantabria hasta Santander, o hacer un viaje más largo por el País Vasco a Bilbao y San Sebastián.

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