Cómo lograr el cuerpo soñado

Cómo lograr el cuerpo soñado

El cuidado corporal es indispensable para bajar de peso, eliminar la celulitis y lucir una piel sin marcas

Las mujeres vivimos en una constante preocupación relacionada con nuestra imagen. Cómo lucimos ante los demás a veces nos angustia y nos roba ¡hasta el sueño!

El cabello, el maquillaje, el cutis, las manos, los pies y una de nuestras mayores obsesiones: el cuerpo. Muchas hasta se sienten inseguras de mostrar algunas áreas, ya sea por flacidez, celulitis, resequedad, estrías, sobrepeso o por todo lo anterior. Para eso hay soluciones, pero no lograrás un cambio positivo como por arte de magia; hay que seguir unos pasos básicos y, sobre todo, hay que ser perseverante y disciplinada con la rutina de belleza que elijas para lograr la figura deseada.

Antes de que lleguen las fiestas que se aproximan ?cuando empieces a celebrar con cenas deliciosas y cargadas de calorías o recibas en la oficina cestas de vino y de chocolates que te hagan caer en la tentación? es cuando debes tomar acción inmediata.

Si actualmente tienes unos kilos de más, no esperes a que llegue enero para tomar la resolución de “hacer ejercicios y adelgazar para el Año Nuevo”. ¡Comienza hoy mismo! No es fácil, pero sí es totalmente posible.

Tu plan de acción debe ser simultáneo: cuidar tu cuerpo (celulitis, resequedad y flacidez), tomar mucha agua, llevar una dieta saludable y hacer ejercicios. Todo esto trabaja mejor si se realiza en conjunto. No esperes a adelgazar para entonces empezar a tonificarte o a untarte cremas para las estrías, las manchas u otras marcas indeseables. Sería retardar el proceso de lucir fabulosa.

El cuidado corporal es básico. Todas detestamos la piel de naranja que aparece hasta en los cuerpos más delgados, pero esta sí puede combatirse con una buena rutina de ejercicios: desde caminar o trotar por lo menos cuatro veces a la semana hasta hacer pesas, ejercicios aeróbicos o algún deporte que te guste. Lo importante es que te sientas cómoda con lo que decidas y que establezcas una disciplina. Recuerda que las primeras semanas son las más difíciles, por eso debes tener tu meta muy definida y la fuerza de voluntad necesaria para no claudicar en el intento.

Es importante que sepas por qué beber mucha agua -dos litros u ocho vasos- es necesario para adelgazar. Aquí entran en juego los órganos internos como el hígado y los riñones, que necesitan estar bien hidratados para metabolizar las grasas y eliminar las toxinas a través de la orina. Además, el agua ayuda a que luzcamos una piel más radiante.

Teniendo esto en cuenta, pasemos a la alimentación. No se trata de dejar de comer, porque la comida es nuestro “combustible”, sino de hacerlo de manera saludable. Debes consumir cereales integrales, frutas, verduras, poca carne roja y preferiblemente pollo y pescado, productos lácteos descremados y alimentos que no contengan químicos, como conservantes. Evita las grasas animales, las frituras, los chocolates, los condimentos picantes y las bebidas gaseosas, y reemplaza el azúcar blanco por la miel.

En cuanto al ejercicio que decidas llevar a cabo, ten en cuenta que debes ser consistente y que si consumes más calorías de las que quemas, no bajarás los kilos deseados. Es cuestión de equilibrio.

Comienza con 20 minutos la primera semana y ve incrementando 10 minutos cada semana hasta llegar a una hora cada día. No olvides que debes estirarte primero, pues podrías lastimarte algún músculo. La constancia es la que va a ayudarte a obtener buenos resultados, por eso tienes que crear un hábito y mantenerlo.

Reafirmar el cuerpo, seguir una alimentación saludable y beber agua ayudan a eliminar la celulitis, la flacidez y la resequedad de la piel, pero también debes darle un empujoncito con cremas dedicadas a los problemas que enfrentamos casi todas las mujeres. Existen cremas creadas por las casas de belleza que nos ayudan, pero una vez más, ser perseverante es primordial. De nada te servirá que las uses la primera semana y después las olvides. Hay una extensa variedad de ellas, pero lee lo que te prometen.

Luego, cuando hayas logrado el cuerpo soñado, agradecerás el sacrificio que hiciste. Tómalo con calma, porque en algunas ocasiones la ansiedad y la obsesión por ponernos en forma rápido nos hace sufrir innecesariamente. Aprende a disfrutar el proceso de cuidarte para que se convierta en tu nuevo estilo de vida... ¡para siempre!

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