Julianne Moore, la misma de siempre

Julianne Moore

¡No ha cambiado! Aunque hoy es una superestrella, la protagonista de Crazy, Stupid, Love sigue siendo la mujer simpática y cálida que cuando empezó su carrera

Fue nominada al Oscar por películas como Boogie Nights, The End of the Affair, The Hours y Far From Heaven, pero en persona, Julianne Moore es mucho más amorosa y cálida y menos dramática que en la pantalla. Será por eso que se ve muy bien en un género de comedia romántica como el filme Crazy, Stupid, Love. Y con un buen sentido del humor, la actriz se ríe de los problemas que acarrea la fama, pues ella valora mucho más a su familia que el trabajo.

¿A la hora de elegir un estilo de cine prefiere el drama o la comedia?
Desde que hice la película The Kids Are All Right, empecé a buscar una comedia. En ese preciso momento era lo que yo quería, pero últimamente puedo decirte que es lo que más me gusta.

¿Es mucho más difícil hacer reír que llorar?
Con las comedias, lo importante es encontrar la verdad emocional y el tono correcto por encima de todo. No es fácil pasar de algo emocional a algo gracioso, o al revés. Ahí se esconde el desafío. Pero con Steve Carell fue fácil. Lo admiro tanto... Tiene la habilidad de conectarse con el público y con los actores, como yo nunca he visto antes. Y es muy humilde en ese sentido.Usted también se caracteriza en Hollywood por su humildad.

¿Cómo mantiene los pies sobre la tierra en medio de tanta fama?
Amo mi estilo de vida. Amo mi carrera, pero también amo a mi familia. De eso se trata nuestra vida. Sigmund Freud siempre decía que necesitamos amor y trabajo, pero se precisa un balance. Amar a una familia te sostiene lo suficiente como para disfrutar el trabajo. Así es como yo encuentro el balance y se siente muy bien. Siempre es importante recordar que el trabajo es trabajo, no es la vida.¿No es igual para el resto de la gente del mundo del espectáculo?Eso es lo bueno que tiene Steve Carell, pues siempre habla de su familia. Es refrescante estar con un actor que te dice: “Ah, mi esposa dijo esto y lo otro”, porque nunca escuchas que los demás actores hablen de sus compañeras.

¿Prefiere el estilo de vida de New York o el de Hollywood?
Tengo a toda mi familia en la Costa Este. Estaría demasiado lejos de todos, si viviera en Hollywood. La única distancia que me gusta conservar es... con las cámaras.

El 3 de diciembre pasado cumplió nada menos que 50 años y aunque muchos creen que puede ser familiar de Demi Moore o de Roger Moore, nada tiene que ver, porque el verdadero apellido de Julianne es mucho más común: Smith. Por eso es que en el sindicato de actores le impusieron el cambio, porque el suyo verdadero ya estaba registrado por otra actriz. Sin antecedentes artísticos -su padre fue abogado militar, y su madre, trabajadora social-, Julianne empezó a tomar clases de teatro en la Universidad de Boston. Cuando se graduó, vivía con lo que ganaba en las famosas telenovelas y series de los años 80 (en 1988 incluso ganó un Emmy cuando interpretó a dos hermanastras en As The World Turns).

El cine llegó en la siguiente década del 90, en la época cuando aún estaba casada con su primer esposo John Gould Rubin. Para los que tienen buena memoria, Julianne fue la enfermera que ayudó a Harrison Ford para el gran escape en la película The Fugitive. Hasta Steven Spielberg la llamó después de verla, para contratarla sin necesidad de que hiciera una audición, para la continuación de Jurassic Park: The Lost World. Julianne también trabajó en otra comedia romántica como la novia embarazada de Hugh Grant en Nine Months. Y recibió la primera nominación al Oscar cuando interpretó a Amber Waves en la película Boogie Nights.

Lo increíble es que Julianne Moore todavía no haya ganado el Oscar, habiendo sido nominada por otras tres películas. Hasta la nominaron dos veces el mismo año, el 2003, por las películas The Hours y Far from Heaven. Y el año pasado hubo quejas en la Academia cuando la ignoraron con la película The Kids Are All Right y solo nominaron a Annette Bening.Claro que en su vida privada, Julianne Moore disfruta otro estilo de premios, como los dos hijos que ha tenido con su segundo esposo, el director Bart Freundlich. Cuando terminó de filmar la película The Big Lebowski, ya estaba embarazada de Caleb, su hijo mayor, quien nació en 1997. Y en el 2002 nació su hija Liv. Pero la boda con Bart Freundlich, vino después, en el 2003.

¿Qué opinan sus hijos sobre la fama de su madre?
No sé si realmente se dan cuenta de ella. Mi trabajo en el cine es una realidad para mis hijos, desde que nacieron. Crecieron en los estudios. Cuando eran bebés siempre estaban en mi camerino y cosas así. Hasta hace poco hemos empezado a hablar de lo que significa nuestro trabajo. Su padre es director de cine y ellos lo saben. Mi hija siempre dice: “No me dan miedo las películas como a mis amigos, porque sé que son fantasías”. Por eso supongo que están acostumbrados a nuestros trabajos y no creo que los vean desde el ángulo de la fama.

¿En cierta forma se parece usted a la madre que interpreta en la película Crazy, Stupid, Love?
Bueno, mis hijos tienen casi la misma edad: 13 y 9 años. Al menos por ahora siguen muy apegados a nosotros y pasamos mucho tiempo juntos.

¿Está preparada para la difícil etapa de lidiar con adolescentes?
Ya la estoy viviendo. El mayor está pasando de ser alguien muy dependiente a alguien completamente independiente. Caleb hace sus propios planes, dentro de lo razonable, claro. El y sus amigos se mandan mensajes de texto y se encuentran en grupos para ir al cine o cosas parecidas. Es el principio de la independencia.

¿Sus hijos tienen su color de pelo?
Mis dos hijos son pelirrojos, pero no como yo. El color de mi hijo es un rojo más arenoso, un color frutilla rubio. Y el mi hija es más castaño. Los dos tienen mis pecas, pero los genes van desapareciendo.

Si los genes van desapareciendo, ¿significa que algún día no habrá más pelirrojas como usted en Hollywood?
(Risas) Es posible. ¿No es gracioso? Dicen que apenas somos un 2 o un 4% de la población mundial. Mi esposo tiene cabello y ojos oscuros. Yo pensaba que no se iban a parecer a mí, pero me equivoqué.

¿El color de pelo marca cierta diferencia? ¿Es su marca registrada?
(Risas) Es solamente un color, pero sí. No es fácil perderme de vista entre la gente. Siempre dicen que nos parecemos entre nosotros, aunque no tengamos nada que ver. La gente solo ve el color. Si me pongo un sombrero, de verdad, pueden pasar al lado mío sin reconocerme.

En la película Crazy, Stupid, Love es imposible que Julianne Moore pase inadvertida. Al interpretar a la esposa de Steve Carell, la historia cobra vida cuando ella justamente le confiesa que es infiel (con el personaje interpretado por Kevin Bacon) y él piensa que ella quiere divorciarse. Jugando con el humor detrás de los problemas de la pareja, hasta cuando llora Julianne provoca risas, diciendo frases como: “Nuestra pareja está tan mal, que fui al cine sola a ver Crepúsculo...”.

Más allá de la ficción, ¿cree que sea posible sobrevivir en un matrimonio, después de una infidelidad?
Es un desafío, totalmente lo es, pero a medida que crecemos, la gente que lleva muchos años casada, después de un tiempo de luchar para salvar la relación, todo sale bien. Los matrimonios pueden sobrevivir, realmente se puede. Hace poco leí un artículo que hablaba sobre las parejas y la infidelidad y decía que los hijos se merecen padres que se comporten bien, que sean responsables con la familia. Básicamente, hablaba de permitir que un matrimonio soporte todo dentro de la familia. Y en la película Crazy, Stupid, Love el personaje es alguien que no quiere terminar con la relación necesariamente, solo busca algo diferente en la vida.

¿Cree que exista alguna forma humana de romper una relación con alguien, sin ser cruel en el intento?
¡Ah, Dios! No lo creo. Pienso que alguien va a salir lastimado, aunque vean venir el problema. Al menos en mi caso, puedo decir que cuando pasé por ese camino, nada terminó bien.

¿Qué le gusta más de las comedias románticas?
Lo maravilloso es darte cuenta del parecido que tienen con nuestras relaciones románticas. Son el punto central de quiénes somos en nuestra vida, quién va a ser nuestra pareja, cómo será nuestra familia.

¿Por qué cree que hay tantos fracasos en ese estilo de películas?
Supongo que todo empieza con el guión. Cuando solo quieren juntar a algunas estrellas de cine para verlas bien y enamorarlas... no puede funcionar. En las mejores comedias románticas como Annie Hall o Tootsie, el fuerte estuvo en el guión. Hablando de comedias...

¿Es cierto que escribió un libro de comedia infantil?
Es cierto. Y lo hice desde la perspectiva de un niño, para darle mucho más humor. Quería darle una voz infantil, para que los padres pudieran disfrutar también algunas bromas. Eso es lo que hice y me está yendo bastante bien.

¿Qué tan bien?
Durante un año hicieron una obra en Broadway basada en uno de mis libros y el tercero de la serie está por salir, en septiembre. El personaje se llama Freckleface Strawberry y tiene 7 años. Tiene pecas y es pelirroja, pero no le gustan sus pecas, y el tercer libro trata sobre la amistad con alguien completamente diferente.

¿Se inspiró en sus hijos?
No, básicamente es mi historia. Freckleface Strawberry me llamaban cuando tenía 7 años de edad y es un apodo que, de verdad, detestaba. También odiaba mis pecas. El primer libro trata sobre lo que rechazamos tanto en nuestra infancia y que, con el paso del tiempo, termina gustándonos. Es otro estilo de loco y estúpido amor... con nosotros mismos.

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