A la monarca le gusta supervisar lo que se consume en sus palacios
Es bien sabido que la reina Isabel es “muy cuidadosa” con los gastos de sus palacios y exige que se mantenga un estricto inventario de todo lo que se compra, y cuándo se adquiere y se consume, incluyendo el licor y las comidas.
Una vez al mes se le presenta a la reina una lista de las bebidas y de la cantidad de jamón y de pollo que se han gastado.
Además de que eso la entretiene mucho, le gusta revisarlo todo cuando pasa temporadas en los castillos de Windsor o de Balmoral, donde no quiere que se malgaste nada.