Ideal para los rostros angulosos, este makeup busca un look natural con la ayuda de los colores adecuados. Sigue las reglas para no equivocarte
SÍ. Elegir la base correcta. A muchas mujeres que escogen un color inadecuado se les nota una línea divisoria entre el cuello y la cabeza. Para evitarla, elige el color de acuerdo con la piel del escote, que en general es más oscuro o claro que el rostro. Si, en cambio, resulta más oscuro que tu cara o cuello, utiliza un polvo bronceante en los bordes del mentón y mandíbula para compensar.
SÍ. Menos es más. Tantas veces repetido por las editoras de moda, este mantra se vuelve una regla de oro cuando se trata del maquillaje nude. Sobre todo, recuérdala al aplicar la base: no querrás que el producto se vea pastoso. Emplea la cantidad justa y con un pincel.
NO. Mal uso del corrector. No debes usar el corrector de ojeras dos tonos más claros que tu piel. Se aconseja medio o un tono más ilumina- do que el de tu base de maquillaje. De lo contrario, obtendrás dos círculos blanquecinos alrededor de los ojos. Para evitar grietas en tu corrector, durante el día usa un suero o un hidratante ligero. Deja entonces para la noche las formulaciones más pesadas (con ácido hialurónico, por ejemplo), pues si los usas bajo el corrector éste se correrá. Por último, si necesitas un fijador para esta área, prueba con un poco de polvo.
NO olvides los labios. Primero, tienes que exfoliarlos, ya que con el maquillaje nude, quedarán en un primer plano. Luego será el turno del lipstick: escoge un tono más claro u oscuro que el color natural de tu boca. Si ambos son casi iguales, te arriesgas a lucir un look poco saludable. Ante la duda, descarta los mate y opta por un bálsamo con color o un gloss.
NO. Sonreír al aplicar blush. Al ponerse rubor, muchas mujeres ensayan una sonrisa frente al espejo, pues creen que ésta es la forma adecuada de aplicar el producto. Pero cuando dejan de sonreír y las mejillas retoman su posición, el blush termina lejos, cerca de la boca, y no donde tendría que estar. Un consejo: no uses tonos contrastantes, y pon atención a la cantidad de producto, pues no querrás exagerar. Por último, si no te sientes cómoda con el rubor, emplea un polvo con color y efecto iridiscente que unifique e ilumine el rostro.
SÍ. Al look sencillo. Si tu objetivo es conseguir un efecto natural, primero, usa la cantidad justa de producto y escoge los tonos correctos. Si tienes una tez pálida, opta por colores rosados; si es olivácea, escoge un beige pálido. En los ojos tendrás más libertad, pero no exageres.
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