Aplicar la base puede parecer sencillo, pero lograr ese acabado impecable y duradero que vemos en pasarelas o redes sociales requiere más técnica de la que crees. La buena noticia es que no necesitas ser maquillista profesional para dominarla: con los productos adecuados y algunos trucos clave, puedes transformar tu rutina y lucir una piel de ensueño.
Aquí te compartimos los mejores trucos para que tu base de maquillaje se vea perfecta, se funda con tu piel y dure todo el día, sin cuartearse ni dejar parches.
Con estos secretos, tu piel lucirá uniforme, natural y radiante todo el día
1. Hidrata y prepara tu piel antes de todo. Una piel bien hidratada es el lienzo ideal para la base. Usa una crema ligera y espera unos minutos para que se absorba. Luego aplica un primer según tu tipo de piel: matificante para piel grasa, iluminador para piel seca o uno neutralizante si tienes enrojecimiento.
Según la American Academy of Dermatology, una piel deshidratada tiende a absorber la base de manera desigual, provocando descamación o textura.
2. Elige la herramienta correcta. La forma de aplicación cambia el resultado. Las brochas kabuki o planas dan un acabado más cubriente, mientras que las esponjas húmedas logran una apariencia más natural y difuminada. El truco está en trabajar en capas delgadas y difuminar siempre hacia abajo, en dirección al vello facial.
3. Menos es más: empieza por el centro del rostro. Aplica la base en la zona T (frente, nariz y mentón) y difumina hacia los bordes. Esto permite controlar la cobertura y evita el efecto máscara. Las zonas periféricas suelen necesitar menos producto, y al difuminarlo bien, logras un acabado más real.
4. No olvides el cuello y la línea de la mandíbula. Un error común es aplicar la base solo en el rostro y dejar el cuello más claro. Asegúrate de fundir el producto hacia la mandíbula y el cuello para un efecto uniforme y natural, especialmente si usas bases de alta cobertura.
5. Corrige con precisión, no con más base. En lugar de aplicar varias capas para cubrir imperfecciones, usa un corrector puntual en ojeras, granitos o manchas. Esto evita que la base se vea pesada o se acumule en pliegues. Recuerda: la base unifica, el corrector perfecciona.
6. Sella estratégicamente con polvo. No necesitas empolvar todo el rostro. Aplica polvo suelto solo en zonas propensas al brillo, como la frente o la nariz. Si tu piel es seca, prueba un spray fijador hidratante para sellar sin resecar.
7. Dale tiempo a que se asiente. Después de aplicar la base y corrector, espera un par de minutos antes de continuar con el resto del maquillaje. Esto ayuda a que el producto se funda con la piel y se fije mejor, alargando su duración.
Aplicar la base como experta está al alcance de todas. Solo necesitas conocer tu piel, elegir los productos adecuados y dedicar unos minutos a perfeccionar tu técnica. Con estos trucos, tu piel se verá luminosa, natural y con un acabado profesional en cada aplicación.
