Christy Turlington Burns, de vuelta con Calvin Klein

Christy Turlington Burns

La modelo regresa como imagen de la fragancia Eternity y nos revela cómo una vida espiritual y balanceada es el real secreto de su belleza

Christy Turlington Burns es toda una leyenda en el mundo de la moda, en el que debutó hace 30 años, y resulta fascinante comprobar que, a los 45 años, no solo se mantiene bella, elegante y con un look muy especial, sino que tiene una manera de ser y un estilo personal encantador, mezcla de misterio y de charme, que van mano a mano con su imagen.

¿El secreto de su belleza y de su serenidad estará en sus prácticas de yoga, las técnicas de ayurveda o su conocimiento de filosofías orientales que practica con naturalidad? Ella dice que sí, que todo ello influye en su vida, porque “cuando estamos equilibradas y sabemos escuchar y atender las necesidades del cuerpo, la mente y el espíritu, ¡la belleza natural sale a flote!”.

Christy está de regreso como imagen de la deliciosa fragancia Eternity (¡y la nueva Eternity Night!), de Calvin Klein. La vimos en el bello y muy sexy comercial de TV, en que aparece en una playa junto a su guapísimo marido, el actor-director Edward Burns. La modelo se ríe y me comenta: “Al principio, él no estaba seguro de querer participar en la campaña, pero cuando estábamos rodando escenas muy sexy y apasionadas, me dijo que se alegraba mucho de haber sido él, y no otro, el que hiciera conmigo el spot”.

Christy Turlington Burns para Calvin Klein

Christy Nicole Turlington nació el 2 de enero de 1969 en Walnut Creek, California; es hija de Dwain Turlington, piloto de la Pan American Airways, y de María Elizabeth Parker Infante, azafata de la misma línea, nacida en Santa Ana, El Salvador, de origen inglés-salvadoreño. “Aunque en mi casa no crecí hablando español, lo entiendo mucho porque mi abuela me enseñaba”, explica Christy, y añade que, debido al trabajo de su padre, “desde pequeña viajé mucho y visité Santa Ana y a la familia de mi madre, ¡a donde ya llevé a mi hija Grace a conocer a sus primos! Viví en varias ciudades, incluyendo Miami”. Aquí, Christy fue descubierta por un fotógrafo mientras montaba a caballo, “lo que era entonces mi pasión”, dice. A los 14 años ya modelaba después del colegio, incluyendo anuncios para la tienda Burdines; a los 18 años comenzó su carrera de modelo a tiempo completo en Nueva York, ¡y el resto es historia!

Con 1.78 metros (5 pies 10 pulgadas) de estatura y medidas de 34-23-36, una talla 4 (en Estados Unidos), cabellos castaños, ojos verdes y unos pómulos marcados y muy fotogénicos, la chica fue un éxito desde el primer día. Apareció en innumerables portadas, pasarelas de moda (Versace, Chanel, Lacroix, etc.), y anuncios para Calvin Klein (fue la modelo original de Eternity en 1988), Armani y Maybelline. Su look era sexy, pero con movimientos elegantes y siempre guardando algo misterioso.

Christy fue una de las primeras supermodelos de los años 80 y 90 junto con Claudia Schiffer, Elle Macpherson y Naomi Campbell, y fundó con ellas el Fashion Café, que abrió en Nueva York y otras ciudades. Su feliz matrimonio con Ed Burns desde el 2003 y el nacimiento de sus hijos Grace, en el 2003, y Finn, en el 2006, la alejó un poco del mundo de la moda. De todas ellas, Christy era la más seria y escribió en los años 1990 su libro Living Yoga: Creating A Life Practice.

Christy está involucrada en proyectos solidarios, especialmente en la obra benéfica Every Mother Counts, que fundó. “Después de una experiencia muy peligrosa en mi primer parto, creé y dirigí en el 2010 el documental No Woman, No Cry, donde relato los muchos problemas que tienen las mujeres en todo el mundo durante el embarazo y el parto. Con Every Mother Counts ayudamos a mujeres en muchos países del mundo”.

Christy Turlington fundó la obra benéfica Every Mother Counts

Sobre su estilo, le comento que dicen que ella rompió con el “reinado” que existía de las modelos rubias, y se echa a reír: “Sí, y al comienzo algunos me pedían que me tiñera de rubio. Pero siempre me gustó ser como soy. ¿Sabes que a los 13 o 14 años no me interesaba la moda?... Poco a poco me enteré de que se usaban los jeans de Calvin Klein, y compré mi primer par. Cuando la agencia Ford me contrató a los 16 años, me mudé a Nueva York. Terminé mi bachillerato poco a poco. Estudiar era muy importante para mí y así pude entrar en la universidad ¡y graduarme con honores!”.

¿Más secretos de belleza y de vida? “Hago mucho ejercicio y corro, ¡incluyendo en el maratón de Nueva York! Como de forma sana y nutritiva, aunque las papas fritas son mi gran tentación. El yoga me ayuda porque es la filosofía de la compasión y de estar conscientes del mundo que nos rodea. Y la ayurveda me enseña sobre los ciclos de la naturaleza. Todo lo espiritual me atrae mucho. Me inspiran mis amigas, mi familia y las personas que hacen cosas buenas por los demás. Igual que me encanta viajar y conocer cosas nuevas. ¡Y oír a mis hijos reír es la máxima felicidad! Me encanta ser una buena mamá, y mi marido y yo compartimos la alegría de poder ser padres”.

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