Para nadie es un secreto que la relación entre Isabel II con el príncipe Harry y Meghan Markle se tensó durante los últimos años de vida de la monarca. Sin embargo, nueva información sugiere que fue un episodio en particular el que marcó el quiebre definitivo entre la pareja y la reina.
Según informaron fuentes cercanas a la realeza a The Daily Beast, fue la entrevista con Oprah Winfrey en 2021 en la que Meghan reveló que surgieron “preocupaciones” en la Familia Real sobre el tono de piel de su primer hijo lo que provocó que la reina Isabel percibiera la acusación como una traición irreparable.
La declaración de Harry y Meghan que habría marcado el quiebre definitivo con Isabel II
Recordemos que durante esa conversación, la duquesa de Sussex afirmó que un miembro de la familia expresó inquietudes sobre “qué tan oscura podría ser” la piel de Archie. Por lo que poco después, el palacio se vio obligado a emitir un comunicado reconociendo que “las cuestiones planteadas, en especial las de raza, eran preocupantes” aunque señalaba que “algunos recuerdos pueden variar”.
Esta habría sido la chispa final para Isabel II, quien, según un ex cortesano real citado por The Daily Beast. “Cuando él (Harry) y Meghan atacaron a la institución a la que ella sirvió toda su vida en la entrevista de Oprah, esa traición fue completa”, recalcó.
Además, este mismo exempleado contó que en medio de este drama con los duques, Isabel II atravesaba también un duro momento ya que en en ese entonces su esposo, el príncipe Felipe, estaba gravemente enfermo y “al borde del lecho de muerte”. Lo que habría provocado que la reina estuviera “devastada, traicionada y consternada”. Lo más grave, según esta fuente, fue que la insinuación de racismo manchó la reputación de toda la familia, lo que la monarca habría considerado algo “imperdonable”.
Isabel II estaba inconforme con Harry y Meghan desde antes de su boda
Antes del estallido de la polémica entrevista, la relación entre la monarca con los Sussex ya estaba dañada. La biógrafa real Sally Bedell Smith reveló en su Newsletter ROYALS EXTRA que la reina estaba “profundamente descontenta” con la pareja antes incluso de su boda, citando a Lady Elizabeth Anson, prima cercana de la monarca.
Según lo que reveló esta experta, en una reunión previa al casamiento, Harry habría sido “grosero” con su abuela, y Meghan se negó a compartir detalles de su vestido, lo que habría entristecido a la reina. Pero el verdadero cisma parece ser que llegó gracias a la entrevista con Oprah.
Así, lo que pudo haber sido una vía para el diálogo se convirtió en el golpe que sepultó la confianza y el respeto que la monarca dedicó a su institución y a su nieto. Hoy, la brecha permanece abierta, con reconciliaciones aún lejanas y heridas emocionales profundas. El legado de la reina, su papel como pilar de estabilidad y su dolor al sentir traicionada por quienes más amaba, marcan un capítulo clave en la historia moderna de la realeza.