Si sientes que necesitas un cambio pero no quieres cortar demasiado, un flequillo puede ser ese pequeño gran detalle que transforma tu imagen. Y no, no todos los flecos son rectos ni marcan líneas duras. Existen estilos suaves, versátiles y favorecedores que, además de restarte años visualmente, enmarcan tu rostro con delicadeza.
Lo importante es saber cuál elegir. Los mejores flequillos para rejuvenecer son aquellos que no endurecen las facciones ni acentúan rasgos que preferimos suavizar. Aquí te compartimos tres opciones que logran justo eso: verte fresca, natural y con un estilo actual.
Flequillo en cortina: el favorito de todos los tiempos
También conocido como curtain bangs, este tipo de fleco se abre ligeramente al centro y se integra con las capas del cabello. Su forma redondeada y movimiento natural hacen que se adapte a casi todos los tipos de rostro.
Este estilo suaviza la frente, estiliza el rostro y aporta un aire desenfadado sin cubrirlo por completo. Además, enmarca los ojos y resalta los pómulos con naturalidad.
Ideal para mujeres que quieren un cambio sutil, sin perder la posibilidad de peinarlo hacia los lados o integrarlo al resto del peinado.
2. Flequillo desfilado lateral: suavidad con estilo
Este flequillo no es recto ni marcado. Cae en diagonal sobre la frente, con mechones desfilados que se mezclan con el resto del cabello. Su efecto visual es de dinamismo y movimiento.
Rejuvenece porque evita líneas duras y aporta un efecto lifting suave al rostro, al alargar visualmente la cara y dirigir la atención hacia los ojos.
Es ideal para rostros redondos, cuadrados o con frente amplia. También funciona perfecto si no quieres comprometerte con un fleco tradicional.
Además de rejuvenecer, el flequillo puede ser una herramienta estratégica para realzar lo mejor de tu rostro. Ayuda a disimular líneas de expresión en la frente, resalta la mirada y aporta estructura sin necesidad de un corte radical.
También puede equilibrar proporciones, suavizar rasgos marcados o simplemente renovar tu imagen sin comprometer el largo de tu melena. Y lo mejor: es versátil. Puedes peinarlo de distintas formas según tu ánimo o el plan del día, lo que lo convierte en un recurso infalible para jugar con tu estilo personal.
3. Flequillo ligero y recto (versión aireada)
Olvídate del fleco recto y espeso de los 2000. La versión actual es más ligera, con mechones finos y textura suave, que no cubren por completo la frente, sino que la acarician.
Porque añade un toque juvenil sin endurecer la expresión. Al ser más sutil, no acorta visualmente el rostro ni lo satura de líneas rectas.
Úsalo si tienes melenas lisas o con ondas suaves, y para quienes quieren sumar un toque moderno sin perder naturalidad.
Cambiar tu imagen no siempre significa un corte drástico. A veces, un simple flequillo bien elegido puede iluminar tu rostro, rejuvenecer tu mirada y transformar por completo tu estilo. La clave está en optar por versiones suaves, ligeras y con movimiento. Porque sí: el fleco puede ser tu mejor aliado si sabes cuál llevar.