El balance es la clave para lucir una piel saludable y en buen estado
A partir de los 35 años, no es raro que la piel comience a mostrar signos de desequibrio. Los excesos y el cansancio, además de factores externos como el sol y la contaminación, son las principales causas que pueden operar en contra de este órgano.
Para que la piel sea capaz de autorrepararse en todos sus niveles, desde las células hasta los tejidos, necesita estar en equilibrio. Después de los 30 años, el envejecimiento y los factores externos señalados desencadenan procesos degenerativos que alteran este equilibrio y la piel comienza a perder su capacidad de defensa natural, lo que se traduce en el desbalance y en la acentuación del paso del tiempo en la misma.
El Dr. Philippe Humbert Ph.D., jefe del Departamento de Dermatología del Hospital de la Universidad de Besançon, en Francia, quien ha liderado por mucho tiempo el estudio de la piel y su equilibrio en esta institución, nos comparte los principales hallazgos de su investigación sobre la apariencia de la piel en las tres etapas más relevantes de la mujer y la solución para recobrar su belleza.
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35 AÑOS
Apariencia: Se comienzan a percibir los primeros efectos del estrés oxidativo, un proceso inflamatorio que altera el equilibrio y que provoca que los vitagenes (genes responsables de producir las proteínas de defensa) se desactiven, causando resequedad y acelerando el envejecimiento.
Solución: Mantener hidratada la piel y elegir productos que activen los vitagenes. De este modo, se dará la apariencia de una piel renovada, sin arrugas y libre de estrés.
45 AÑOS
Apariencia: Se hace evidente la oxidación celular, que consiste en la degeneración y el debilitamiento de los componentes de los tejidos de soporte de la piel, razón por la que se pierde elasticidad y firmeza.
Solución: Buscar productos que reparen la piel desde el interior y que reactiven la producción de vimentina, una proteína intracelular que forma parte del colágeno e interviene en los procesos regenerativos del tejido. Con ello, se logrará una piel elástica y sin arrugas.
55 AÑOS
Apariencia: Con el inicio de la menopausia se incrementa la acumulación de toxinas, entre ellas la progerina, una proteína anómala que con el tiempo se deposita en el núcleo de las células, desprogramándolas y alterando su equilibrio, de forma que la edad se ve acentuada en la piel.
Solución: Se debe actuar sobre la reducción de progerina y de otros residuos de las células para equilibrar sus funciones, así como para remodelar y recuperar la tonicidad de la piel.
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Independientemente de los cambios que la piel puede sufrir a través de los años, el Dr. Humbert ofrece 4 consejos básicos para cuidarla:
Limpieza. Es esencial remover las impurezas de la piel para mantenerla equilibrada y saludable.
Hidratación. Si se hidrata constantemente, la piel se defenderá más fácilmente de las agresiones externas que pueden debilitarla.
Protección. Es muy importante cuidar la piel de diversos factores que aceleran el envejecimiento como los rayos del sol, el calor y el frío.
Uso de productos cosméticos de última tecnología. Son una opción recomendable para corregir los problemas de la piel, ya que muchos están diseñados para mejorar su salud y aspecto sin ser invasivos.
