Victoria Beckham se ha convertido una de las personalidades más sobresalientes de la moda en los últimos años, así como en un gran referente de belleza. De hecho, a finales del mes pasado lanzó tres nuevos perfumes, los cuales fueron inspirados a partir de varias de sus experiencias personales.
Pero en el remoto caso de que no sepas cuáles son esas fragancias, déjanos decirte que estas se llaman Portofino 97, Suite 302 y San Ysidro Drive, y sus nombres guardan una gran conexión con algunos de los momentos más importantes de su vida.
En el caso de Portofino 97, este se remonta a los inicios de su noviazgo con el entonces futbolista, cuando Victoria y David Beckham se conocieron. Según recoge el portal Condé Nast Traveler (CNT), a los pocos meses de salir, en 1997, se fueron de viaje Portofino, siendo esta la primera vez que la pareja salía fuera de Londres o Manchester.
La empresaria y el ex futbolista se quedaron en esa ocasión en el Hotel Splendido, y las sábanas de ese lugar tenían un olor fresco y limpio, lo que justifica el aroma cítrico y notas de bergamota de este perfume.
Mientras que el nombre de Suite 302, proviene del número de habitación de un hotel de París, específicamente el Ritz. La capital francesa es uno de los lugares favoritos de la pareja para sus escapadas románticas. “Al poner nombre a esta fragancia, sentí que era el adecuado. Incluso ahora, si podemos hacer una escapada de 24 horas a cualquier parte, elegimos París”, indicó Beckham para CNT.
En el caso de San Ysidro Drive, este lleva el nombre de la calle de Beverly Hills a la que se mudó la familia de los Beckham en 2007, cuando David jugaba en el equipo de futbol de Los Angeles. En su estancia por esa ciudad, Victoria aprendió a estar en paz consigo misma y a meditar, además de realizar senderismo, surf y otras actividades. “Fue una experiencia preciosa para toda la familia, y esta fragancia simboliza todo esto. Huele a Los Ángeles”, según la publicación del medio antes citado.
Si bien no es nada extraño que los perfumes sean el resultado de experiencias personales, en el caso de Victoria Beckham esto cobra mayor relevancia, pues gracias a estos aromas hemos descubierto aspectos de su vida que desconocíamos y que, probablemente en otras circunstancias, no los habría revelado nunca.
Por último, la nariz detrás de estas tres fragancias, que cuestan 170 libras cada una, es del perfumista Jérôme Epinette, con quien colaboró la ex spice girl para su creación.
