Danna García, una monja en un Ferrari

Danna García

En nuestra entrevista, la actriz colombiana se revela aventurera, exploradora, pero también muy conservadora

Nunca había escuchado la frase “una monja montada en un Ferrari” hasta que Danna García la utilizó como la mejor manera para describir su personalidad. Suena gracioso y hasta podría ser el título de un libro, pero ella nos da su justificación para autodenominarse como tal. “Esa soy yo... ¡Una monja montada en un Ferrari!”, dice. “Porque voy a todos lados de cara al viento, explorando, aventurando, pero a la vez siendo muy conservadora en varios aspectos de mi vida. Soy un contraste”, explica la hermosa colombiana quien ha convertido a Miami en su residencia permanente pues “aquí está mi familia y en dónde esté mi gente, ahí estará mi hogar”.

Aun así, la actriz de telenovelas como Café con aroma de mujer, Perro amor, Lo que callamos las mujeres, Pasión de gavilanes y Un gancho al corazón, entre muchas otras, se considera ciudadana del mundo por lo mucho que viaja al exterior debido a su trabajo. Por lo que tampoco ha dejado de ser nómada, tal y como nos expresó en una entrevista anterior.

Viajas mucho por tu carrera pero, cuando tienes vacaciones, ¿qué lugares del mundo te gusta visitar?

En mi tiempo libre lo que me gusta es estar en casa descansando o compartiendo con mi familia. Y cuando vacaciono trato de ir a muchos países de incógnita para disfrutar, viajo con mis parientes, viajo sola...

¿Viajas sola?

Sola, sola... Porque a veces mis vacaciones no coinciden con las de mi gente, entonces preparo una mochila y me voy sola. De hecho, di un viaje a Europa con un backpack, dormía en el tren y así iba de ciudad en ciudad. Viajar es una de mis pasiones, porque me fascina el intercambio cultural y porque no hay nada como aprender de mundos nuevos. También suelo ir a un restaurante sola o al cine, estoy acostumbrada a hacerlo y la verdad es que eso no me limita.

Danna se prepara ahora para el comienzo de una telenovela con Televisa luego de poco más de un año sin aparecer en la pantalla chica. En estos días también se encuentra en cartelera con la película El cielo en tu mirada, junto a Jaime Camil y Mané de la Parra; además de otro filme llamado Carrusel, que trata el tema de la corrupción en Latinoamérica, pero ?como una sátira política?.

Danna comentó que “en El cielo en tu mirada interpreté el papel de Angel de la Guarda y fue una maravilla, un personaje divino. Representarlo ha sido muy bonito, porque llenó mi vida espiritualmente. Me gusta mucho hacer películas, realizar nuevos proyectos, y quisiera también trabajar en teatro, pues solo lo he estudiado, pero no lo he trabajado; pero lo que de verdad escribe mi camino es cuando hago una telenovela. Mi último proyecto fue hace poco más de un año y a mí no me parece tanto tiempo, pero para el público sí lo ha sido. Ya me estaban pidiendo que regresara y lo hago próximamente de la mano de Televisa, con quien he firmado un contrato”.

¿Cómo comparas o diferencias a la Danna de antes, la que comenzó en este ambiente, con la Danna de ahora?

Hay bastantes diferencias aunque la esencia nunca se pierde. Yo era una niña y ha habido una evolución como mujer, como persona. Me hice mujer frente a millones de personas, quienes vieron mis etapas de crecimiento. Ser una niña actriz marca tu vida de una manera diferente, crecí siendo parte de la televisión y tengo que confesar que me ha dado muchas satisfacciones; no me arrepiento de nada.

¿Qué tan importantes son las redes sociales para ti?

Yo no era nada, nada cibernética, pero el mundo, el día a día, el trabajo y la necesidad de comunicarme me ha llevado a ser más partícipe de las redes sociales. Tengo cuenta en Twitter, no tengo cuenta en Facebook, y me parece que es una manera de que todo se escuche, de decir cosas importantes. Cuando escribo algo, es porque de verdad me nace o se trata de algo que quiero compartir como pensamientos y hasta cosas muy íntimas. Esto debe ser algo armonioso, que lo que sale de nuestras bocas se manifieste y se materialice. En mi caso, trato de dar lo mejor de mí y que la gente lo reciba. Aunque he ayudado a mucha gente, sobre todo en mensajes privados, también aprendo mucho de los demás. Es algo enriquecedor, y me encanta que me tengan cariño y que confíen en mí. Las comunicaciones nos unen, nos conectan.

Aparte de actuar, viajar, ayudar a los demás a través de fundaciones “y también a las personas que trabajan conmigo”, y compartir con su familia, esta actriz nacida en Medellín hace 34 años se siente privilegiada de ser portavoz de Garnier y Maybelline, marcas que laboran en pro de la mujer hispana. “Me siento honrada de representarlos porque tanto ellos como yo estamos muy de acuerdo en cómo vemos a la mujer”, indica Danna con esa voz tan delicada que la caracteriza como persona.

¿Qué cambiarías de ti?

Muchas cosas, porque soy un ser humano imperfecto. Pero en particular me gustaría ser más activa en las causas sociales; lo soy, pero de una manera anónima, y este año me he propuesto dar voz a mis convicciones, a lo que siento, a lo que vale la pena. Hay mucho por hacer en este mundo, y es mi responsabilidad como ser humano, como mujer, como ciudadana y persona pública dar parte de lo que he recibido, sobre todo tanto cariño. Eso es lo que mueve mi corazón y lo que me hace feliz al final del día. Hay tantos problemas a nivel ecológico, social y otros, que nos tenemos que ayudar, ser compasivos, tolerantes... Todavía creo en la buena voluntad de las personas.

¿Qué te gusta comprar?

Usualmente no me compro nada para mí, sino para los demás; me encanta obsequiar a mi familia. Si veo feliz a la gente que amo, mi corazón está feliz. Claro que me gusta comprar muchas cosas para la casa.

¿Qué tiene que haber en tu bolso?

¿Qué tiene que haber en mi bolso? Mi celular... Mi celular es mi oficina móvil. Yo soy la administradora de mi casa y de mi familia, y sin el teléfono celular no tengo Internet ni pueden ubicarme. Sin duda que mi celular es imprescindible.

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