Conocida por su personaje en la teleserie “Jane the virgen”, la acabamos de ver en el cine en “Deepwater Horizon”, una historia de la vida real
En una ciudad como Las Vegas, donde las apuestas están a la orden del día, Hollywood optó por una actriz latina como Gina Rodríguez, para premiarla como Estrella Femenina del Mañana, en la convención CinemaCon, que reúne a los dueños de las salas de cine más importantes del mundo. Y con el trofeo en la mano pudimos entrevistarla para conocer el presente de su famoso personaje en la teleserie Jane the Virgin y su futuro en el cine, con la película Deepwater Horizon.
Hoy resulta mucho más fácil pasar de la televisión al cine, en comparación con otras épocas, cuando era casi imposible.
No creo que hoy sea fácil. Pasé del teatro al cine, del cine a la televisión y de la televisión al cine. Había hecho una película llamada Filly Brown, que exhibieron en el Festival de Cine de Sundance y fue la que me presentó al mundo.
Desde el punto de vista actoral, ¿hay mucha diferencia entre hacer una serie de televisión y una película?
La actuación en la televisión es muy diferente a la del cine. La técnica es distinta; pero no creo que sea fácil pasar de un medio al otro. Me costó conseguir un rol como el de la película Deepwater Horizon. Tuve que luchar por ese personaje. Pero también puedo decirte que no hay nada más gratificante que pelear por algo que te gusta... y conseguirlo. Es el mejor sentimiento del mundo. Tampoco quiero que las cosas me salgan fáciles, porque de ser así... mi historia no sería tan hermosa.
Aunque sus padres Magali y Genaro Rodríguez son de Puerto Rico, Gina Rodríguez nació en Chicago, el 30 de julio de 1984. Apenas tenía 7 años de edad cuando subió por primera vez a un escenario, bailando salsa con la compañía Fantasía Juvenil, mucho antes de entrar a la Universidad de Columbia, en Nueva York. Después asistió a la prestigiosa Tisch School of Arts, de New York University. Con cuatro años de preparación intensa en el teatro, también pasó por la compañía Atlantic Theatre, con profesores como David Mamet y William H. Macy.
Gina interpretó Los últimos momentos de la vida de Frida Kahlo, en el American Stage Theatre. Aunque trabajó en Filly Brown, el éxito lo consiguió con la serie de TV Jane the Virgin. Justamente, por esta misma serie, la Asociación de Periodistas Extranjeros de Hollywood le entregó el premio Golden Globe como Mejor Actriz de Comedia. Pero antes también había sido coronada como la Mejor Actriz en el First Run Film Festival de Nueva York, y la revista The Hollywood Reporter la nombró como una de las artistas del futuro en la lista de los 35 latinos top menores de 35 años, cuando ella presentó la entrega de premios Teens Choice Awards en el 2015.
Orgullosa de sus raíces latinas, Gina entrega otro estilo de premios, como miembro del Fondo de Becas Hispanos HSF, una de las organizaciones sin fines de lucro más grandes en Estados Unidos, que apoya la educación hispana. Y desde octubre de 2015, ella es socia de la línea de ropa interior Naja, que se encarga de donar un porcentaje de las ventas a libros escolares, almuerzos y uniformes para los hijos de las empleadas, que son especialmente seleccionadas entre madres solteras que puedan trabajar desde sus casas.
El trofeo que recibió en Las Vegas, como Estrella Femenina del Mañana, tiene que ver con la película Annihilation, que está filmando con Natalie Portman y Jennifer Jason Leigh, sobre la historia de una bióloga que se compromete con una expedición secreta donde las leyes de la naturaleza no funcionan. Y con un elenco de superestrellas que reúne a Mark Wahlberg, Dylan O?Brien, Kurt Russell, Kate Hudson y John Malkovich, Gina actúa en la nueva película Deepwater Horizon, sobre la explosión real de un pozo de petróleo estadounidense, que en abril de 2010 generó uno de las peores derrames en la historia de Estados Unidos.
¿Se siente cierta presión en el momento de interpretar un rol que está basado en la realidad?
Es que esta historia no solo es de la vida real, sino que es trágica, una verdadera catástrofe. Yo quise honrar la vida de Andrea Fleytas, pero también hay que recordar que la película está basada en la perspectiva de otro ser humano. Traté de proyectar su coraje lo más que pude.
Después de leer un guion, ¿es difícil dejar de juzgar a los personajes que te tocan?
Nunca juzgo al personaje que interpreto. Es algo que siempre trato de evitar, para que mi carácter se desarrolle con fuerza. Trato de conseguir toda la información que pueda y amo a mis personajes. En este caso, Andrea se merece que se cuente su vida, con honor. No sé qué hubiese hecho en las mismas circunstancias. No sé si hubiera sobrevivido, porque no sé qué tan fuerte pueda ser en un momento así. Pero ella lo logró y ese valor merece mostrarse.
¿Algunos de los roles que han cambiado tu vida?
Me gustaría decir que no soy de las actrices que viven todo el tiempo como sus personajes. Siento que no necesito hacer ciertas cosas para actuar. Si tuviese que interpretar a una drogadicta, no quiero salir a consumir drogas. Es peligroso. No es mi estilo. Estudié en la New York University con la técnica de David Mamet, que se basa en asegurarte de que estás interpretando el diálogo que te toca decir. Ese mismo método fue cambiando a medida que fui creciendo. Pero también es cierto que los personajes consumen un poco tu personalidad, te cambian. Hasta Oprah Winfrey me dijo una vez que después de vivir como otra persona más de 30 días, eso era inevitable. Se torna un hábito.
¿Quieres decir que después de interpretar durante tanto tiempo el personaje de Jane Villanueva en “Jane the Virgin”, te pareces cada vez más a ese personaje?
Desde hace dos años interpreto el mismo personaje de Jane. Y no hay nada mejor que hacerlo con continuidad, para mostrarlo lo más verdadero posible, con honestidad. Tengo mis fallas, pero me alegra saber que no estoy representando a la peor villana. Por suerte, mi personaje tiene toda la paciencia del mundo y sigue amando a aquellos que la traicionan; les ve el lado humano a quienes la lastiman y sabe perdonar. Ese tipo de cosas son las que también me hacen preguntarme cuánta paciencia tengo realmente y qué clase de amabilidad muestro en este mundo. Hay ciertas reacciones que tengo por Jane o por mí. Tengo su influencia, pero me gustaría parecerme más a mi personaje.
En su tercera temporada, Gina Rodríguez sigue siendo la protagonista de la teleserie Jane the Virgin, sobre una latina religiosa y virgen que termina embarazada después de ser inseminada artificialmente... por error. La trama cuenta con el infaltable triángulo romántico después de que ella acepta tener a su hijo, para darlo en adopción a una pareja, y se enamora del futuro padre adoptivo. Después de tres años de éxito, el programa también fue reconocido con otros premios, como el People?s Choice Awards, Critic?s Choice Awards, la Asociación de Críticos de TV y hasta el prestigioso Emmy (el Oscar de la TV).
¿Jane es bastante prejuiciosa en esta temporada?
Creo que al juzgar escondemos cierta inseguridad, porque en realidad nos estamos juzgando a nosotros mismos. Y Jane, mi personaje en la televisión, está pasando por una transformación. Pensaba que su vida iba a ser perfecta y terminó embarazada por inseminación artificial, por accidente... ¿Quién no juzgaría al mundo después de algo así? (risas). Y cuando se convierte en madre y las cosas no suceden como lo esperaba... creo que juzga por sus propias inseguridades, por el triángulo amoroso que vive.
En tu caso, ¿no juzgas a Jane?
La comprendo, pero de la misma forma que pienso que Jane es perfecta, también pienso que la perfección no existe. Ella es un ser humano con todas sus fallas, pero muchas veces me veo y digo: ?¡Qué lástima que no soy tan buena como Jane!?
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