“Nunca renuncies, pues todo puede mejorar”.- Jane Fonda

Jane Fonda

Elegante, vestida de largo e impecablemente peinada, mantiene una mágica sonrisa que ni siquiera deja ver arrugas en los ojos. Y con un carisma que no envejece nunca, nos habló de su vida y la revolución femenina que ella misma había impulsado en Hollywood... cuando no era tan bien vista como ahora.

¿A nivel personal, en los años 70, te diste cuenta de que te estabas convirtiendo en un ícono del feminismo gracias al cine?

Aquel fue el principio del momento en que me convertí en feminista y creo que también me ayudó como actriz a interpretar, a mi modo, a mis personajes en el cine.

¿Qué hubieras hecho si no fueras actriz?

La actuación no es mi vida; el activismo significa mucho más para mí. Y también pienso que los actores deben hacer algo más con su existencia, más allá de esta carrera. ¿No te parece? Porque ser actriz será bueno para el corazón; sin embargo, es terrible para los nervios... pues nunca se sabe si volverás a trabajar. Dependemos demasiado de otras personas para que nos contraten.

¿Es verdad que al principio de tu carrera no querías dedicarte a la actuación?

Era muy tímida y tampoco creía que contaba con lo necesario para ser buena como histrión, pero la realidad es que necesitaba trabajar. Por eso estudié con el director Lee Strasberg; él me dijo que tenía el talento y me convenció para continuar en esta profesión. Es algo que siempre le agradeceré.

¿Y tu padre, el gran actor Henry Fonda, quería que siguieras sus pasos?

Para nada, porque sabía lo difícil que es tener éxito como actor. Él tenía miedo que terminara conduciendo algún programa de televisión sobre autos. Lo amaba y produje para él la película On Golden Pond, justo antes de su muerte. Y por ese rol ganó el Oscar. Supongo que todas las mujeres en la niñez queremos que nuestros padres nos amen y cuando no estamos seguras de que así sea, hacemos cualquier cosa. Si lo analizamos, es una tendencia que continúa en otros aspectos de la vida.

Henrry Fonda, Jane Fonda

¿Quieres decir que seguiste tratando de satisfacer a otros hombres en tu vida?

Sí, pero con el movimiento feminista me fui dando cuenta que podía vivir bien sola, que valgo la pena como mujer.

¿Qué influenció en la persona que eres hoy?

Amigas y amigos maravillosos que me inspiran y me dan coraje.

¿Las buenas amigas son una de las razones por las que las mujeres viven mucho más que los hombres?

Sí. Solíamos vivir ocho años más que los hombres, pero nos están alcanzando. Ahora únicamente les llevamos cinco años de ventaja. No es sólo mi idea. Existen investigaciones que demuestran que algo pasa cuando las mujeres se unen. Nosotras no hablamos sobre sexo ni deportes como lo hacen ellos.

¿De verdad no hablas de sexo con tus amigas?

No. Y nos reímos tanto que liberamos cualquier tensión. No sé qué haría sin mis amigas. Son lo más importante que tengo. A los hombres les da mucho miedo pedir ayuda, demostrar que se encuentran tristes o que tienen algún problema. Pero entre nosotras nos comunicamos todo el tiempo y una mujer es la primera en llamar a una amiga para decir: “Necesito que vengas para apoyarme”.

¿Y la competencia?

Los medios masivos con la expresión cultural muestran que competimos entre nosotras, y eso es siempre noticia, pero no se dan cuenta de que existe algo mucho más importante que pasa entre nosotras desde hace miles de años.

En la publicidad de la película Book Club sorprendió ver que Diane Keaton figuraba antes que tú.

Ella lo pidió y no tuve objeción alguna, porque también había sido la primera que firmó contrato. Me encantó esa producción, es muy graciosa. Y cuenta con un grupo de actrices que quería conocer desde hace tiempo. Nunca había trabajado con alguna de ellas. Casi no nos conocíamos.

¿Qué consejo darías a una joven para que confíe en sí misma?

Nunca renuncies, pues todo puede mejorar. Entiende tu punto fuerte y aprovéchalo, dando siempre un paso hacia adelante. Hay que ser tiranos resistentes. No tengas miedo a alguien que no le caes bien. Todos podemos marcar una diferencia.

Recién se cumplieron 41 años desde que se estrenó Coming Home, por la que recibiste el Oscar, ¿cómo era todo en ese entonces?

Mucho más tranquilo, no había tanto enfoque en la ropa o las joyas que usabas. Se fijaban mucho más en el cine.

Jane Fonda

Once años atrás también recibiste en Cannes un premio honorario de la Palma de Oro, ¿qué representó semejante galardón?

Fue todo muy extraño porque habían pasado la película 12 Angry Men como un homenaje a mi padre. Creí que me habían invitado para eso. Y cuando me presentaron con semejante honor, me quise morir. Me tomaron por sorpresa. Fue algo increíble.

Henrry Fonda

¿Qué serie recomendarías ver sin parar, como un maratón?

La mía: Grace and Frankie.

¿A qué nueva actriz de Hollywood le tenderías una mano?

Janelle Monáe (de las cintas Hidden Figures y Moonlight).

¿Si pudieras interpretar algún personaje masculino del cine, qué filme elegirías?

Lawrence of Arabia.

¿Qué premio utilizarías para hacer pesas con sus brazos?

¡Mis dos Oscar!

¿Algún soundtrack preferido para hacer gimnasia?

No se me ocurre, pero cualquiera con la música de Michael Jackson.

¿Qué libro recomendarías para ejercitar el cerebro?

Cualquiera de Ta-Nehisi Coates. Es un joven afroamericano que escribe de manera brillante sobre el racismo.

¿Y cuál es tu secreto de belleza?

Se puede ser hermosa y exitosa, pero la confianza depende de lo que hayas vivido en tu niñez. Hoy tengo más de 80 años y soy más feliz que nunca.

Por: Fabián W. Waintal /Foto: Archivo
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