La cantante asegura que pudo comunicarse con su hija cuando estaba naciendo
El instinto maternal que Beyoncé desarrolló durante su embarazo le permitió establecer una “conexión especial” con la pequeña Blue Ivy, que se hizo patente durante el parto (en febrero de 2011), cuando fue capaz de hablar con la recién nacida.
“Lo que sentí durante los meses de embarazo no se compara con lo que me ocurrió durante el parto. Tuve una conexión muy especial con mi pequeña. Mientras estaba sufriendo contracciones, imaginaba a mi propio bebé intentando abrir una especie de puerta muy pesada”, reveló la cantante a la edición australiana de la revista Marie Claire.
“Pensar que ella estaba haciendo todo ese esfuerzo sola me ayudó a tratar de olvidarme de mi propio dolor. Nosotras estuvimos hablando durante el parto. Sé que puede parecer una locura, pero estoy segura de que nos comunicamos”.
Sin embargo, el aparente estado de tranquilidad del que ahora goza Beyoncé no ha logrado acabar del todo con la permanente inquietud que la persigue, ya que reconoce estar siempre preocupada por sus actuaciones y buscar en internet todos los comentarios que se vierten sobre ella.
“Hoy en día reconozco que sigo nerviosa y sigo sintiendo la presión en cada uno de mis conciertos. Incluso cuando estoy leyendo noticias sobre mí en internet, me digo a mí misma: '¡No mires los comentarios, te vas a venir abajo!’”, explicó al mismo medio.
