En 10 capítulos se revelan las amarguras y resentimientos que se han experimentado dentro del palacio de Buckingham
¡La teleserie The Crown tiene a los royals ingleses muy nerviosos! Y aunque la trama supuestamente lleva toques de ficción, está basada en detalles que, al parecer, han ocurrido durante los años que Isabel y el príncipe Felipe de Edimburgo llevan juntos. ¡Y muchos no son de color de rosa!
En la teleserie se muestra al príncipe Felipe de Edimburgo y su ?crueldad? con Isabel, quien desde muy jovencita se enamoró locamente del guapo, aunque arruinado, príncipe griegoalemán, y la manera tan abusiva como él la trató desde el primer día. Felipe quería que la reina y sus hijos usaran su apellido Mountbatten, pues le humillaba que llevaran el apellido Windsor.
Una especie de complot palaciego muestra las luchas del marido de la reina, las que, según muchas personas, continúan hasta el día de hoy. La teleserie, que ha costado 200 millones de dólares producir, muestra muchas amarguras y resentimientos que se han experimentado dentro del palacio de Buckingham.
The Crown comienza en el año 1953 cuando Isabel prepara su coronación. El primer problema surgió cuando Felipe no quiso arrodillarse ante ella. ?No me ar rodillo delante de mi esposa?, dijo firmemente Felipe. Pero Isabel le respondió: ?Un hombre realmente fuerte sería capaz de arrodillarse?. Y él terminó haciéndolo, aunque lleno de amargura.
Producida por Netflix, The Crown consta de 10 episodios y está protagonizada por Claire Foy como la reina Isabel y Matt Smith como el príncipe. Este siempre resintió que dejó su vida en la Royal Navy para caminar dos pasos después de su mujer.
En una escena, Felipe dice furioso: ?Han terminado mi carrera y han dejado en el olvido mi nombre. ¿Qué tipo de matrimonio es este? ¿Qué tipo de familia hemos formado??. Pero muchos historiadores dicen que Felipe, quien era miembro de la familia real griega antes de su matrimonio con Isabel en 1947, sabía exactamente lo que iba a ser su vida cuando accedió a casarse con ella, lo que hizo presionado por su tío lord Mountbatten. El matrimonio con Isabel ?le llenó los armarios y le hizo llevar zapatos nuevos por primera vez en muchos años, después de haber tenido que seguir a su familia, cuyo trono fue derrocado en Grecia. Felipe fue parte de los parientes pobres de la aristocracia europea?.
La serie cubrirá momentos clave de la vida de la reina durante las últimas siete décadas, incluyendo la crisis de abdicación de su tío, el rey Eduardo VIII, en 1936, por amor a Wallis Simpson; su matrimonio con Felipe en 1947; la muerte de su adorado padre, el rey Jorge VI, en 1952; su coronación y el escándalo de la historia de amor de su hermana menor, la princesa Margarita, con el plebeyo y divorciado capitán Peter Townsend. Las coestrellas son el actor estadounidense John Lithgow, como Winston Churchill; Greg Wise, como lord Mountbatten, y Jeremy Northam como sir Anthony Eden. La serie ha reproducido el lujo de la coronación usando la sagrada catedral de Ely como si fuera la abadía de Westminster, y se han tratado de mantener los detalles lo más exactos posibles en asuntos de ropa, joyas, coronas, etc.
Un portavoz del palacio de Buckingham se ha negado a comentar la serie, pero dicen que la familia real está indignada porque habla de intimidades de la reina ?estando ella con vida?, y que las escenas en que la muestran llorando por sus problemas con el príncipe Felipe molestan a los royals... Nadie quiere recordar la frase que dijo Felipe: ?Soy el único hombre en el país a quien no se le permite dar su nombre a sus hijos. Soy una ameba inútil?. En 1960, la reina aprobó que algunos descendientes de la familia real pudieran apellidarse Mountbatten-Windsor, lo que hizo su hija, la princesa Ana (quien adora a su padre) cuando firmó el registro de matrimonio con el capitán Mark Phillips en 1973.
En The Crown se ahonda en lo que ha hecho la reina por complacer a Felipe y evitar problemas con él. En la serie se muestra a una Isabel que vive como muchas mujeres que no quieren provocar la ira de sus maridos, y que ser reina no la hace distinta a las demás.
