Mexico D.F., el viaje ideal

Mexico D.F.

Descubre una de las ciudades más sofisticadas y fascinantes de América Latina

Desde el hotel Las Alcobas, en el chic barrio de Polanco, donde me hospedé, pude disfrutar de una ciudad sofisticada, llena de restaurantes gourmets, boutiques de altura y charm. ¡Este fue mi viaje ideal, que les recomiendo seguir paso a paso!

DIA 1. Me alegró ver de nuevo las avenidas y monumentos conocidos, como la Diana Cazadora y el Angel de la Independencia, y también encontré un gran número de edificios modernos. Muy pronto Las Alcobas me recibió con su aire de boutique hotel íntimo y, a la vez, contemporáneo, con sutiles detalles como sábanas italianas Rivolta Carmignani, baños de mármol y flores frescas, que me hicieron sentir mimada al instante. Al estar situado en el ambiente seguro de Polanco, corrí a Bondy, una visita de rigor para saborear sus deliciosos Chilaquiles con salsa Bondy de chile poblano. Pronto caminé por la zona y sus boutiques. Las marcas famosas tienen tiendas en el D.F., muchas en Polanco, como Louis Vuitton, Tiffany & Co., Hermès, Cartier, etc., y otras en el enorme y fabuloso Centro Comercial Santa Fe, con El Palacio de Hierro, Saks Fifth Avenue, Liverpool, Prada, etc. Esa noche cené en Dulce Patria, de la famosa chef Martha Ortiz Chapa, situado en el hotel Las Alcobas, con una cocina imaginativa y muy rica. Me encantaron su Estrella de atún con serpentina de verduras y su Flan de coco con piña (ananás).

DIA 2. Contraté un servicio de carro con chofer (seguro y cómodo) y fui al Zócalo. Primero vi el Palacio Nacional, un bello edificio colonial con impactantes murales de Diego Rivera sobre la historia de México. Después fui a la Catedral Metropolitana (la más grande de Latinoamérica) y a las ruinas del Templo Mayor, con los restos de la gloriosa Tenochtitlán, la ciudad de los aztecas; el museo del Templo y el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Del Zócalo, en la enorme plaza pavimentada por Hernán Cortés en 1520, crucé la calle y subí al roof del hotel Majestic a tomar algo y a disfrutar de la gran vista. Este Centro Histórico del D.F. muestra una gran metrópolis con una vasta historia que ha dejado una huella profunda. Fundada por los aztecas, pasando después por la colonia española, la Independencia, la Reforma y el modernismo de los últimos años, la ciudad tiene estilos arquitectónicos que delatan su herencia. Una excelente opción para conocerla es el Turibus, que hace paradas en todos los sitios de interés.

Después caminé por la calle Madero -con platerías y bellos palacios, y la silueta de la torre Latinoamericana- hasta la Casa de los Azulejos (tiene un Sanborns muy lindo, donde he almorzado), construida en 1596, con una fachada de azulejos de la cerámica de Talavera, de Puebla. Enfrente, entré en la iglesia de San Francisco, del siglo XVI, y almorcé tres manzanas más abajo en Café Tacuba, abierto desde 1912, en parte de su exconvento. Su cocina tradicional nos transporta a un charmant México del pasado. En la tarde fui a comprar artesanías en el enorme Mercado de la Ciudadela. Compré espejos de latón y azulejos, marcos de fotos de pewter, bandejas y cerámicas azules y blancas. Esa noche cené en Paxia de Santa Fe.

DIA 3. ¡Sábado en San Angel! A las 10 a.m. visité el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo (un puente separaba sus respectivos espacios dentro de la casa). Después fui al Bazar del Sábado, con un ambiente lindo de tiendecitas, restaurantes y cafés llenos de encanto. Esa tarde, en el antiguo barrio de Coyoacán visité la Casa Azul o Museo de Frida Kahlo, y la casa donde vivió y asesinaron a León Trotsky.

DIA 4. Temprano me fui al Museo Nacional de Antropología (a ver el Calendario Azteca) y al castillo de Chapultepec, donde disfruté su mercado de frutas (esculpen los mangos como si fueran flores) y en tren subí al lugar donde vivieron Maximiliano y Carlota. Admiré la vista del Monumento a los Niños Héroes y del Paseo de la Reforma. Después de almuerzo fui al Museo Dolores Olmedo en Xochimilco. Esa noche visité las colonias Roma y Condesa, donde antiguas mansiones son hoteles, restaurantes y galerías de arte, como Casa Lamm.

DIA 5. Excursión a las pirámides de Teotihuacán, una zona arqueológica a una hora de la ciudad. Por la tarde visité el nuevo Museo Soumaya en plaza Carso, con la colección de Carlos Slim. Regresé a la serenidad de mi habitación en Las Alcobas y disfruté de un masaje en su Aurora Spa. ¿Esa noche? Tomé unos tragos en el bar del W de Polanco y cené en China Grill, en el Camino Real Polanco. ¿Más restaurantes de moda? Pujol, Nobu, Jaso, Bice, Izote, La Nonna, La Hacienda de los Morales, Tuna, China Grill y Au Pied de Cochon.

Ciudad de México, vista aérea

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