Un paraíso: Cabo San Lucas

Un paraíso: Cabo San Lucas

Una de las zonas turísticas más visitadas de México, ideal para pasar unas vacaciones divinas

¿Se acerca el Día de las Madres y buscas el regalo ideal para mamá? ¿O uno muy merecido para ti misma? Considera Cabo San Lucas, una de las zonas turísticas más visitadas de México, en la punta de la península de Baja California. Recientemente pasé allí unas vacaciones divinas en un resort muy privado, que ya es favorito de muchas celebridades, llamado Capella Pedregal.

Después de meses de nieve y más nieve en New York, este viaje me ilusionaba mucho. ¿Quién no necesita días de relax, sol, pura naturaleza, comodidad y unas vistas del
Pacífico, de esas que levantan el espíritu? Además, nos visitaban diariamente un buen número de las 20 mil ballenas grises que de enero a abril se encuentran allí, echando agua y saltando como artistas de circo. Y si de paso viajamos a una zona donde podemos disfrutar de una cocina deliciosa, ¿qué más se puede pedir? Me encantan las vacaciones en el mar para renovarnos en cuerpo y alma. ¡Nada mejor para sentirnos felices! Y este viaje fue el momento de “recargar” pilas y volver a esta zona de México, cuya naturaleza -de una belleza muy dramática e intensa- me encanta y es favorita de bodas y lunas de miel.

Cabo San Lucas -donde también hay muchas villas privadas, apartamentos tipo time share y hoteles más sencillos- es una impactante combinación de mar, acantilados y su famosa roca El Arco, emblemática de la zona, a donde debes ir en barco. Tiene excelentes resorts que son favoritos de muchos famosos, entre ellos Jennifer Aniston, George Clooney, Eva Longoria y Cameron Díaz. Poco antes de llegar a Capella Pedregal habían estado allí Will Smith, Justin Timberlake, Jessica Biel y Oprah Winfrey. ¿Y cómo llegar allí? Puedes volar al aeropuerto de San José del Cabo y verás que a lo largo de un “corredor” de terreno, se alinean hoteles de lujo como Las Ventanas al Paraíso, One&Only Palmilla, Marquis Los Cabos, etc., que dan al mar de Cortés y son excelentes y famosos.

Personalmente me gustó mucho Capella Pedregal, porque al final de esa carretera -y después de atravesar un túnel que parece salido de una película de James Bond- encontramos de pronto una impactante vista del mar y un lugar superprivado de 24 acres (0.09 km2) en plena playa, donde el mar de Cortés y el Pacífico se encuentran. Nadie imagina que detrás de esas montañas vamos a encontrar un resort. Como me gusta conocer la zona donde me hospedo, al estar muy cerca del pueblo y de la Marina de Cabo San Lucas pudimos caminar y atravesamos el túnel sin necesidad de tomar taxis. Visitamos las tiendas de su Puerto Paraíso Mall, pintorescos bares y restaurantes, y la Marina, donde pudimos hacer excursiones para pescar, dar paseos en barco al atardecer o ver sus famosas ballenas, lo que nos encantó al tomar una excursión de Cabo Expeditions, pues se nos acercaron saltando.

Mis cinco días en Capella Pedregal fueron sibaritas por excelencia: desayuno de chilaquiles al estilo hacienda mexicana Don Manuel (donde puedes tomar clases de cocina), día de piscina y sol en la playa, almuerzo de tacos de langosta y, por la tarde, lectura desde la terraza de mi habitación, además de una visita al Auriga Spa, donde diseñan tratamientos “de acuerdo con las fases de la Luna” y puedes consultar sobre pociones milenarias si lo deseas. ¿Se imaginan? En Cabo San Lucas sentarnos al atardecer para ver cómo el cielo y el mar cambian de colores es una de sus grandes atracciones. Lo mismo que comer rico, ya sea en el resort, en El Farallón (en lo alto de un acantilado con velas y antorchas) o caminando hacia el pueblito de Cabo San Lucas para cenar langostas en Lorenzillo’s (se cree que fue fundado en el siglo XVII) en la Marina o las especialidades de Edith’s.

¿Qué más puedes hacer? Te aconsejo leer sobre el estado mexicano de Baja California, que según dicen ya estaba habitado hace 11 mil años, aunque los conquistadores europeos lo recorrieron en 1539 y siglos después lo dividieron entre Alta y Baja California. ¡Su historia es fascinante y te ayudará a apreciar más lo que te rodea! Toma un taxi al pintoresco pueblo de San José del Cabo, cerca del aeropuerto, fundado como misión religiosa en 1730, con su plaza, tiendas de artesanía, galerías, la iglesia de San José y sus casas pintadas de mil colores.

Otro día puedes ir de pesca. En épocas de John Wayne, el actor lo hacía aquí con sus amigos de Hollywood. Juega golf en campos cercanos (como The Ocean Course en Cabo del Sol), haz senderismo o practica actividades acuáticas como buceo, surf, parasailing y hasta vuelos en helicóptero. ¡No hay tiempo para aburrirse!

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