¿Piel con acné a los 30?

Estos hábitos te están provocando acné y ¡no lo sabías!

Son varios los factores que pueden afectar tu piel

La pubertad pasó hace años. Ya en ese entonces era molesto tener la cara llena de puntitos rojos. Pero en esos tiempos al menos los demás también tenían acné. A los 30, se supone que esa etapa debería haber quedado ya atrás. ¿O no?

Las más afectadas por el acné en la adultez suelen ser las mujeres. Hay muchos motivos: una de las principales causas son las glándulas sebáceas. Cuanto mayor su actividad, más grandes son los poros y más grasa la piel. Si las glándulas sebáceas se taponan, aparecen las espinillas, incluso después de la pubertad. La causa se encuentra en que algunas personas tienen simplemente una mayor disposición genética a ello.

Otra causa, sobre todo en las mujeres, pueden ser las hormonas. Un desequilibrio en las hormonas sexuales -en el caso de las mujeres, gran cantidad de hormonas masculinas- puede hacer que los poros se tapen más seguido. Las mujeres suelen notar que su piel se altera tras los cambios hormonales, ya sea por dejar de tomar la píldora o por un parto.

Sin embargo, no sólo la predisposición genética y el equilibrio hormonal repercuten en la piel. También influye la alimentación. Los alimentos con un alto índice glucémico tienen efecto sobre el cutis. Si el nivel de azúcar sube, esto repercute en la producción de las glándulas sebáceas. Por eso se recomienda medirse con alimentos ricos en azúcares e hidratos de carbono así como ácidos grasos saturados.

Los especialistas creen que incluso los lácteos pueden agravar los problemas de acné, ya que las proteínas que contienen son irritantes. Por eso, en este caso también se recomienda consumir productos animales con moderación. Las proteínas vegetales, en cambio, no representan un problema. Además, como recomendación adicional, es muy favorable tomar mucha agua.

Por otra parte, hay también un factor psicológico. La piel es un espejo que refleja cómo se siente uno interiormente, tanto desde el punto de vista espiritual como orgánico. Como los adultos tienen incluso menos tolerancia a tener algo en la cara que los adolescentes, suelen presentar acné en la barbilla, donde es más fácil toquetear la piel. Esto tiene consecuencias, ya que las manos y las uñas nunca están clínicamente limpias. De esta forma, al andar hurgando en la barbilla esparce las bacterias que causan el acné.

Una mala higiene también puede perjudicar el cuadro. Los dermatólogos recomiendan no emplear productos con aceite mineral. Algunos productos contra el acné tampoco tienen el efecto deseado: son muy agresivos y secan mucho la piel. Si la piel tiene poco sebo, produce más. Por eso, los especialistas recomiendan cremas ligeras y geles de limpieza suaves con pocos químicos. Es decir, lo ideal es hacer una limpieza que se base en la hidratación y limpiar el cutis no sólo por la noche, sino también de día.

La paleta de posibles causas es grande. Por eso, los expertos recomiendan abordar el problema con un dermatólogo y acordar un plan entre varios. El especialista puede trabajar junto a un ginecólogo para determinar cómo se encuentra el nivel de hormonas. También se puede apelar a la experiencia de un cosmetólogo para tratar la piel con peelings con ácidos frutales, que eliminan las escamas superiores de la piel. Además, sirven para limpiar la piel de forma suave, lo que evita que aparezcan los comedones, que se suelen tocar con las manos.

Una terapia de este tipo, que ataque el acné desde distintos frentes, puede durar hasta un año.

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